04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
GABRIEL SILVEIRA 18 May 2011
En su pequeña y atractiva carrocería, el A1 ofrece calidad interior, innovación tecnológica y una mecánica eficiente. Llega con motor naftero, caja manual o automática y dos niveles de equipamiento.
La incursión de las marcas de lujo en el segmento de los autos urbanos se dio a fines de la década del ‘90. En aquel momento salieron a jugar a una cancha desconocida tanto Audi con el A2 (que se vendió sólo en Europa) como Mercedes-Benz con el Clase A: estos dos modelos tenían una arquitectura monovolumen que estaba muy lejos del diseño exclusivo y deportivo del resto de sus gamas.
El A2, primer producto chico de la marca de los anillos, tuvo un paso fugaz por el mercado europeo: resultaba muy costoso de producir debido a que poseía carrocería y chasis de aluminio y no era rentable. Resultado: sólo duró esa generación y luego se discontinuó. El replanteo de Audi para un auto urbano llegó con el A1, un modelo que se presentó el año pasado en Europa, llegó en el verano a nuestro país y ya circula por las callecitas de Buenos Aires. Conozcámoslo en detalle.
Por fuera
Lejos de la figura del A2, el nuevo A1 propone unas líneas más vanguardistas. Atractivo por dónde se lo mire, en sus menos de cuatro metros de largo lleva todo el ADN de la marca y un poco más. Su silueta compacta ofrece claros rasgos de deportividad, y su juego de colores en la carrocería ofrece una opción muy buscada.
Los rasgos Audi aparecen más allá del emblema de los cuatro anillos, pero el A1 muestra también algunos detalles propios. No importa qué tan distinto sea el modelo; parece que hoy en día hay que diferenciarse más.
Además de la citada carrocería bicolor, este urbano de lujo lleva en los faros delanteros unas luces de leds que son proyectadas a través de una fibra óptica, lo que resulta en una línea intensa y continua de luz… imitando los faros del A8, el vehículo más lujoso que fabrica la marca Premium.
Interior
El interior no impacta tanto como su diseño exterior: si bien ofrece la calidad a la que nos acostumbra Audi, también mantiene la sobriedad de la marca de los cuatro anillos. Nos parece que en un auto con marcado espíritu joven se podría haber arriesgado un poco más.
La posición de manejo se logra fácilmente y la sujeción de la butaca es óptima. El espacio en las plazas traseras es el esperable en un auto de estas dimensiones: no mucho lugar para las piernas, pero el espacio libre al techo es más generoso. Eso sí, atrás van solamente dos, ya que está configurado de esa manera.
Equipamiento
El nivel de equipamiento es el esperado en un modelo de esta categoría. Destacaremos los elementos de seguridad: seis airbags (frontales, laterales delanteros y de cortina), frenos ABS y ESP.
El A1 cuenta también con un elemento que llama la atención; una gran pantalla que se encuentra en la parte alta de la consola central. Aunque luzca bien allí, y nos permita visualizar muchas funciones del vehículo, aún no puede funcionar en nuestro mercado para ser utilizada con un navegador satelital.
Motor
El A1 se ofrece por el momento con un solo motor naftero 1.4 litro de inyección directa y sobrealimentado con turbo que entrega una potencia de 122 caballos y un torque de 200 NM entre las 1.500 y las 4.000 rpm, en forma pareja. Eso asegura una respuesta inmediata y enérgica del propulsor, dentro de un rango de revoluciones que supone el 90 % del tiempo de un uso racional.
No hay opciones similares en nuestro mercado, y las sensaciones se condicen con esos números: el motor está siempre presto y responde rápidamente a las peticiones del pie derecho.
Transmisión
A las prestaciones del motor hay que sumar la caja automática de doble embrague y siete marchas (también se combina con una transmisión manual de seis velocidades), con una velocidad de paso que aumenta su eficiencia.
Con la selectora en posición Drive, se puede sentir en algún momento un retardo al reducir marchas (es posible hacerlo de forma manual desde la misma palanca o a través de unas levas ubicadas detrás del volante), pero esta sensación se puede atenuar considerablemente si utilizamos la opción Sport de la caja.
Por supuesto, en esta modalidad de manejo el conjunto motor-caja no busca economizar combustible (sí lo hace en Drive), sino ofrecer la mejor respuesta posible a solicitudes de aceleración: por eso resulta recomendable hacerlo en tramos de curvas o antes de un sobrepaso.
Confort de marcha
El comportamiento dinámico es bastante equilibrado. Si tenemos en cuenta su tamaño y su tendencia deportiva, su respuesta en caminos irregulares es satisfactoria. En otras palabras, no es tan incómodo sobre un empedrado como un MINI.
En ruta se muestra muy eficiente, con una buena tenida, tanto en retomes como en curvones, y con poco rolido. Un aspecto para resaltar es la precisión de su dirección, con una asistencia variable correcta en cada situación.
Start & Stop
Un detalle con el que habrá que ir familiarizándose: el A1 incluye el sistema Stop&Start, destinado a reducir el consumo y, por lo tanto, las emisiones. Una vez que el vehículo se detiene por completo (por ejemplo, esperando en un semáforo), el motor se apaga. Apenas se deja de ejercer presión en el pedal de freno (en el caso de esta versión con caja automática), el motor se vuelve a poner en marcha.
Esta función, que se desactiva fácilmente, puede resultar un poco incómoda si el tránsito está muy trabado, pero será cuestión de costumbre: es muy probable que cada vez más autos incoroporen este tipo de sistemas que ayudan a cuidar el medio ambiente.
Precios
El A1 se ofrece con dos niveles de equipamiento, con precios que van desde los 29.700 hasta los 35.700 dólares, y una larga lista de opcionales con los que puede llegar hasta los 40.000 dólares.
Son valores atractivos si pensamos en sus competidores (MINI, Citroën DS3, Fiat 500) y en todo lo que ofrece el producto de la marca de los anillos. Se trata de un auto distinto: eso, hoy, es mucho decir.