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  2 November 2009

PRUEBA DE MANEJO: NUEVO AUDI Q5

Un todo terreno de lujo

La marca de los anillos agrega a su gama de vehículos 4x4 el Q5, desarrollado sobre la misma plataforma que utiliza el A4 y hermano menor del enorme Q7.

PRUEBA DE MANEJO: NUEVO AUDI Q5

De las tres grandes marcas de lujo alemanas, Audi fue la última en ingresar en el mundo de los todoterreno premium.

Cuando la marca de los anillos presentó su Q7, Mercedes-Benz ya había presentado la segunda generación de su Clase M, tenía en las gateras al GL, un 4x4 grande que no se vende en nuestro país, y ya se rumoreaba con la aparición de un SUV mediano, que luego sería el GLK.

Del mismo modo, BMW ya tenía lista la segunda edición de su X5, había lanzado un par de años atrás el X3 y tenía en carpeta dos modelos más: el X6, que fue lanzado el año pasado, y el X1, vehículo que hizo su debut en el Salón de Frankfurt de este año y que pasó brevemente por nuestro país.

Si a esto le sumamos que otros fabricantes, como Porsche con su Cayenne y Volvo con su XC90 y más tarde su XC60, ya habían dicho presente en estos exclusivos segmentos, el desafío de Audi era muy grande. Pero como a veces ser paciente trae los mismos o mejores resultados que ser primero, la marca alemana sacó provecho de ese tiempo que se tomó y presentó uno de los todoterreno más atractivos del mercado: el Q5.

Con este nuevo modelo, Audi vuelve a reafirmar (por si hacía falta) la supremacía que tiene hoy en materia de diseño entre los fabricantes de lujo.

En este SUV están perfectamente interpretadas las líneas que hoy dominan en los modelos de la marca alemana. En la carrocería se aprecian formas homogéneas y de buenas proporciones. Los trazos dibujan un diseño simple, de superficies limpias, pero con detalles que remarcan el carácter deportivo del fabricante, como la gran parrilla con borde cromado, la nervadura de los laterales y el particular dibujo de los faros traseros, que van haciendo más angostos hacia el centro. Otro elemento característico que incorpora el Q5, y que ya es una marca registrada de Audi, son los grupos de luces de LED en cada faro delantero que le dan un toque inconfundible.

El Q5 fue desarrollado sobre la misma plataforma que utiliza el A4. Con sus 4,6 metros de largo, ofrece un muy buen espacio interior: si bien no es extremadamente grande por dentro, cuenta con el espacio necesario para que tres adultos viajen con cierta comodidad en las plazas traseras. También ayuda mucho que los respaldos de la segunda plaza se puedan reclinar, y que el asiento pueda desplazarse longitudinalmente.

El puesto de conducción es muy cómodo y se logra fácilmente la postura justa gracias a las múltiples regulaciones que ofrecen las butacas. El diseño del interior se mantiene en el estilo que ofrecen los demás modelos de la marca en la actualidad: una presentación sobria pero con una clara imagen de sofisticación. La escena está dominada por la pantalla de la consola central, desde donde se pueden visualizar un gran número de funciones del vehículo. Como siempre, la calidad de materiales y de terminación es de alto nivel.

Este todoterreno de Audi no es un 4x4 puro, como la mayoría de los vehículos de este tipo que se encuentran hoy en la categoría de los SUV medianos: está claramente orientado para un uso urbano y rutero.

Su sistema de doble tracción es el denominado Quattro por la marca alemana, que utiliza un diferencial del tipo Torsen. En condiciones normales, la fuerza del motor se transmite 40% al eje delantero y 60% al trasero. Pero según las condiciones de manejo o el estado o tipo de terreno, el sistema puede variar la transferencia hasta un 65% adelante o un 85% atrás. De esta manera, el Q5 puede ofrecer una muy buena respuesta en terrenos desparejos de tierra o sobre la arena. Pero la situación se puede complicar en un barro pesado por el tipo de los neumáticos, que son de un diseño netamente rutero. Con un despeje del suelo de 200 mm no sería mayor problema, salvo que uno se quiera poner a hacer trial, algo que resultaría casi imposible por la ausencia de una caja de transferencia.

El resto de las aptitudes off raod son más que aceptables para un vehículo de este tipo: 25° para los ángulos de ataque y de salida y una capacidad de vadeo de 500 mm. El único ítem que puede comprometer es el ángulo ventral, de tan sólo 17,5°, claramente perjudicado por su gran distancia entre ejes. Claro que lo que te perjudica por un lado te da un beneficio por otro: es justamente su gran distancia entre ejes la que le permite ofrecer un gran confort de marcha y una notable estabilidad en ruta. El Q5 muestra un aplomo sorprendente, con una marcha siempre firme pero confortable.

La unidad que probamos para e-cars estaba equipada con el Audi Drive Select, un dispositivo más que recomendable que permite endurecer las suspensiones, variar la respuesta del acelerador, volver más firme la dirección y modificar la gestión de la caja. Este programa cuenta con tres opciones: Comfort, Dynamic y Auto (este último realiza los ajustes automáticamente en función de la velocidad y el estilo de conducción).

En materia de motores, el Q5 ofrece un amplio abanico de opciones recomendables: todos ellos ya están disponibles en otros modelos de Audi y han probado su eficacia; por lo que todo depende del poder que se quiera tener bajo el pie derecho.

Entre los propulsores nafteros aparecen un 2.0 litros de 211 caballos y un 3.2 litros, de 6 cilindros en V, de 270 caballos, que se transforma, hasta el momento, en el más potente de la gama. También hay dos opciones gasoleras, un 2.0 de 170 caballos y un 3.0 (V6) de 240 caballos. Hay un dato que no es menor y vale la pena destacar: todos los motores, tanto los nafteros como los Diesel, son de inyección directa de combustible; y salvo el 3.2 litros, todos están sobrealimentados con un turbocompresor. Menos la versión 2.0 TDI, los demás tienen disponible la posibilidad de combinarlos con una caja automática de 7 velocidades y doble embrague (de hecho, el 3.0 y el 3.2 sólo vienen con esta transmisión), a la que Audi denomina S tronic.

Además, hay dos innovaciones en este Q5 que merecen ser destacadas. Uno es el sistema de frenos antibloqueo (ABS), que ofrece un modo de funcionamiento off road con la capacidad para “reconocer” el tipo de suelo por el que se está circulando (arena, tierra o piedra) y modificar así su funcionamiento. El otro es un control de estabilidad (ESP) más “inteligente”, que también tiene un modo off road que permite un leve deslizamiento de las ruedas (algo que en condiciones normales está “prohibido” por este dispositivo. Además, tiene la capacidad de detectar si el vehículo lleva carga sobre el techo, lo que modifica el centro de gravedad y anticipa su funcionamiento.

Por más que Audi tenga menos años en el mercado con modelos de este tipo respecto de sus competidores, el Q5 llega como un SUV maduro, “redondo”. Y que por su diseño, imagen de marca, tecnología, calidad, gama y precios (va de un rango de 56.300 a 82.400 dólares), tiene asegurado un futuro de éxito en cualquier mercado.

GABRIEL SILVEIRA
gabriel@e-cars.com.ar