20/09/2023 - Probamos la versión Feel Pack 1.6 automática que se ubica en el tope de gama. Se trata de un modelo que se fabrica en Brasil ideado para el Mercosur.
GABRIEL SILVEIRA 9 February 2011
Porsche sorprendió al mundo con el Panamera, un vehículo para cuatro pasajeros de cinco metros de largo que lleva toda la impronta deportiva de la casa de Stuttgart. Esta versión cuesta US$ 226.000.
La diversidad es clave para el crecimiento: ésa es la premisa que hoy tienen los fabricantes de automóviles para ir ganando porciones en los mercados. Claro que no cualquier marca puede desarrollar cualquier tipo de vehículo… ¿O sí? Veamos, por ejemplo, el caso de Porsche: luego de décadas dedicadas exclusivamente a la fabricación de autos deportivos (de los más deseados en el mundo, por cierto) lanzó a principios de este siglo un 4x4, el Cayenne. El resultado fue un éxito extraordinario que duplicó las ventas de la marca. Y la casa de Stuttgart sigue rompiendo sus moldes: ahora lo hizo nuevamente con el Panamera, un vehículo de cinco metros de largo con capacidad para cuatro pasajeros que lleva toda la impronta deportiva de Porsche.
Un auto diferente
Si bien todo amante de los automóviles le prestará atención a cualquier modelo que tenga el escudo de Porsche en la trompa, el Panamera es realmente distinto. Su silueta respeta los mandatos estilísticos de la marca, pero hay que acostumbrarse a un Porsche tan largo y tan bajo (1,42 m). De todos modos, las proporciones están bien cuidadas y sus volúmenes conviven en armonía. Por decirlo de algún modo, es como un 911 “inflado”, con una trompa más larga y más alta y un habitáculo de cuatro puertas.
La versión que manejamos es la 4S, cuya denominación nos aclara que cuenta con tracción en las cuatro ruedas y que se trata de la versión Sport, con un motor de 400 caballos de fuerza. Su precio en el mercado local es de módicos US$ 226.000 (la opción más potente y cara es la Turbo, que entrega 500 caballos).
Características técnicas
Vamos a los fríos números: el Panamera 4S tiene un motor de 4.8 litros, atmosférico, con ocho cilindros en V y, además de la potencia ya mencionada, un torque (fuerza máxima del propulsor) de 500 NM que se entregan en forma pareja entre las 3.500 y las 5.000 rpm. Está asociado con una caja automática de doble embrague y siete velocidades. Como se dijo, la tracción es integral y puede contar (opcionalmente) con suspensión neumática. Agrega, además, un alerón trasero que permanece oculto y se despliega automáticamente y se posiciona con una inclinación de 3° cuando se superan los 90 km/h. Se eleva hasta 5° cuando se viaja a más de 160 km/h y alcanza los 14° al sobrepasar los 205 km/h. De esta manera se va dosificando la carga aerodinámica del vehículo y mejora el apoyo que tiene sobre el asfalto.
Sensaciones de manejo
Ahora pasemos a las sensaciones de manejo, que intentan contar lo que no pueden reflejar los números: antes que nada, no quedan dudas de que se trata de un Porsche. La manera pareja en la que entrega la potencia lo hace un auto predecible. Eso sí, su alto torque obliga a ser precavidos al principio, porque aparece a bajas vueltas. Pero una vez que se encuentra el ritmo del pie derecho sobre el acelerador, nos encontramos con auto extremadamente ágil. Más allá de las dimensiones y del peso del vehículo (prácticamente dos toneladas), la sensación que tenemos es la de estar manejando un modelo de menor porte. Especialmente si se transita por zonas con curvas entrelazadas, con una transferencia de pesos inesperadamente buena.
Confort interior
El interior se complementa, en parte, con esas sensaciones. Las butacas son unas “pseudo baquets”, pero con múltiples regulaciones eléctricas. La postura de manejo es más baja que en cualquier otro modelo de su tamaño. El tablero de instrumentos respeta la tradición de la marca, con el cuentavueltas como elemento más importante. La consola central es un aglomerado de comandos y perillas, pero con buen gusto y estilo. Eso sí, se requiere de un tiempo de análisis para identificar cada comando. Las plazas traseras son también dos butacas individuales y brindan muy buen espacio, especialmente para las piernas. Todo el interior refleja un alto nivel de terminación y una muy buena calidad de materiales.
Sólo para unos pocos
Es bueno aclarar que no se trata de un vehículo “pura sangre”, más allá de que algunas de sus reacciones puedan darnos sensaciones parecidas por momentos. Y lo cierto es que tampoco es un modelo extremadamente confortable. Por eso, si se busca una berlina de lujo, probablemente no sea la indicada: modelos como el Mercedes-Benz Clase S, el BMW Serie 7 o el Audi A8 terminan entregando un confort de marcha superior que el del Panamera. Pero, a diferencia de aquellos y como ocurre con todos los Porsche, este modelo no nació para ser manejado por un chofer.