Tras 24 años de ausencia volvió el Ford Bronco, un verdadero clásico americano. Este SUV, que con sus líneas rectas logró convertirse en un icono, ya se encuentra disponible en el país, casi inmediatamente después de su debut en los Estados Unidos.

Importada desde México, llegó en su versión Sport. Tiene un look algo más urbano y líneas suavizadas, pero a su vez no deja de ser Bronco: es decir, una máquina para llevar fuera del asfalto para un uso extremo y  al mismo sentirse a bordo de un vehículo que tiene algo de mito, que ya es una marca en sí mismo. Con dos niveles de equipamiento, se probó la versión tope de gama, la Wildtrack, con motor 2.0 de 240 CV. Está asociado a una caja automática de ocho marchas y tiene, obviamente, tracción integral.

La estética presenta una mezcla entre el ADN de la vieja Bronco, respetando las líneas rectas, con toques modernos. Por una parte, un link al modelo que tuvo sus años de gloria en los 60 y 70, aunque también asoma un rasgo de modelo off road, ya que otros vehículos que apuntan al 4x4 intenso tomaron ese camino: Jeep, Land Rover o incluso la Clase G de Mercedes-Benz. También tiene protecciones negras en las partes bajas, pasarruedas sobredimensionados, ángulos de ataque generosos para no atascarse en ningún camino y neumáticos de perfil alto y dibujo para uso mixto, así como barras en el techo.

En el interior, lo primero a destacar es la calidad de los materiales y una estética premium rústica. El asiento del conductor tiene regulación eléctrica y los elementos de confort  (como el techo eléctrico, cargador inalámbrico, variedad de tomas incluso en el baúl, climatizador, etc) lo posicionan la alta gama. En esa lógica, el baúl, que tiene una capacidad de 566 litros, tiene una tapa que divide el compartimento pero que se puede transformar en una mesa de camping.

La pantalla central tiene el SYNC 3 con navegador integrado y varias funciones, pero es más llamativo el tablero con una pantalla color, que además de animaciones gráficas en alta calidad tiene múltiple información, como un sensor que mide la tracción en cada rueda en el momento, además de presión de neumáticos y los datos tradicionales de viaje.

El motor es el Ecoboost 2.0 turbo de 240 CV tiene altas prestaciones  (también hay una opción 1.5 de 3 cilindros y 175 CV). La potencia se siente al pisar el acelerador, y más si se acciona el modo deportivo. Le da una buena aceleración (menos de 8 segundos en el 0-100 km/h), más acorde a una coupé sport que a un SUV familiar. En especial de esas proporciones, poco aerodinámicas (resigna algo de tenida en curva), y de peso cercano a los 1.700 kg. En términos de consumo, en ciudad son excesivos, con 15 litros cada 100 km recorridos. En ruta el valor baja a los 9 litros, auxiliado por la caja automática de ocho marchas que le permite relajar el andar. Y que tiene levas al volante si se requiere hacer un sobrepaso o simplemente agilizar el pase de marchas.

Algo distintivo del Bronco son todos los sistemas que lo ponen a la vanguardia entre los SUV todoterreno. En primer lugar, un sistema de tracción inteligente, pero también el sistema GOAT, que permite seleccionar entre sus siete modos superficies como arena, rocas o lodo, para reconfigurar toda la electrónica.

También tiene bloqueo de diferencial central para repartir 50/50 la fuerza entre ejes, pero también diferencial trasero, para hacer girar las ruedas posteriores de forma pareja en situaciones espinosas. Las suspensiones independientes, el tope hidráulico para no sentir el tirón, la cámara de visión delantera o la capacidad de vadeo de 600mm lo convierten en una opción difícil de superar para el manejo off road.

Otro punto a destacar es el paquete de asistencias: frenado autónomo de emergencia con alerta de colisión frontal y detección de peatones, sistema de información de punto ciego con alerta de tráfico cruzado, o el sistema de mantenimiento de carril con detector de fatiga se suman a los nueve airbags.

El precio del Ford Bronco Wildtrak es de $5.737.545.