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  6 May 2021

En Mendoza

Tres Scania se juntaron para formar una línea de tiempo

Se trata de un Topline de 1997, un R 480 de la serie PGR de 2018 y un flamante RH 500 6x2 de la nueva generación.

En Mendoza

Los propietarios de tres Scania se juntaron en General Alvear, Mendoza, para formar una línea de tiempo. Se trata de un Topline de 1997, un R 480 de la serie PGR de 2018 y un flamante RH 500 6x2 de la nueva generación, todos azules y con franjas laterales que caracterizaron a la icónica Serie de la década del 90.

 

“Fue muy emocionante juntar a esos camiones y ver cómo ha ido evolucionando la marca a través del tiempo”, relató el propietario del Topline, Luis Carrillo Cichocki, al ser consultado sobre el encuentro. Su colega Alfredo Prill, dueño de las dos unidades restantes, coincidió con esas palabras y recordó que “el Topline es lo máximo entre los camiones de antes y era el sueño de todo transportista”.

 

Precisamente, Prill eligió los colores de sus nuevos camiones en homenaje al tradicional vehículo y porque le resultó hermosa su tonalidad. No obstante, su pasión por la insignia de origen sueco es menos añeja que ese modelo.  

 

Alfredo era fanático de otra marca hasta que adquirió su primer Scania, en 2014. Desde entonces, sólo sumó rodados con la insignia del Griffin: “quería algo mejor y armado a mi gusto, pero la marca que compraba antes sólo me ofrecía unidades estandarizadas”.

 

Por su parte, Luis Carrillo integra la firma familiar mayorista Comercial Carrillo SA, que cuenta con tres camiones para distribuir la mercadería, entre ellos dos Scania. “Tenía un camión 2009 de otra marca, de 330 hp y 250 mil kilómetros reales, que habíamos comprado nuevo. Lo canjeamos mano a mano por el Topline modelo 1997, que era de un vecino de nuestra localidad. Tenía 2 millones de kilómetros y nunca le habían abierto el motor, ni la caja, ni el diferencial”, detalló.

 

“De vez en cuando lo manejo, pero la mayor parte del tiempo lo tengo guardado para exposición”, mencionó Carrillo. En cuanto a la conducción, sostuvo que brinda “una sensación muy linda” y aseguró que en la calle el Topline “se roba las miradas” y en las estaciones de servicio otros conductores le piden sacarse fotos.

 

Por último, reveló que “el dueño anterior quiere comprarlo de vuelta” y que, en caso de venderlo, le gustaría adquirir un Topline “T”, conocido popularmente como “Trompa”. No obstante, confesó: “me duele venderlo; si pudiera me quedo con el frontal para andar y un trompa para tenerlo de colección”.