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Test Drive Nissan Frontier Pro4X: la opción más deportiva

04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.

PABLO EPIFANIO   6 December 2013

TEST DRIVE: Peugeot RCZ 1.6 THP manual

RCZ: perfecto equilibrio entre deportividad y elegancia

Probamos la versión manual del renovado Peugeot RCZ, transmisión con la que el 1.6 THP alcanza los 200 caballos. Un lindo combo de potencia y equilibrio dinámico en una silueta avasallante.

TEST DRIVE: Peugeot RCZ 1.6 THP manual

El RCZ irrumpió en nuestro mercado en el último tramo de 2010. En mayo de 2012 la marca del león lanzó la serie limitada (60 unidades) llamada Carbon Concept y en enero de 2013 presentó la variante con caja automática Tiptronic.

En su más reciente actualización –presentada a mediados de este año- la cupé de Peugeot recibió pequeños retoques estéticos y también en el interior. Lo demás se mantuvo sin cambios: motor 1.6 turbo de 163 CV con caja Tiptronic y 1.6 de 200 CV con caja manual de seis marchas, combinación que probamos para esta ocasión.

Estilo único

Muchos conceptos respecto a la silueta no se pueden agregar, ya que su diseño nada convencional es uno de los más espectaculares del mercado generalista. Más bien vamos a los resultados del restyling, que se centró puntualmente en la trompa. Allí en lugar de una toma de aire inferior hay ahora una nueva parrilla en la parte superior y una grilla en la parte baja que se extiende a lo largo del paragolpes. En los extremos cuenta con tiras de leds para la luz diurna. También son nuevos el capó y las ópticas, mientras que en la parte posterior se anotan pequeños cambios en el paragolpes. Las llantas siguen siendo las multirayo de 18 pulgadas.

Puertas adentro

Es como un traje a medida, un guante. Es decir, tanto visual como anatómicamente, ofrece la dosis justa de deportividad y elegancia en un espacio acotado, propio de un deportivo. Y con la reciente puesta al día le llegó una mejora de los materiales y una acentuación de la deportividad.  

Entre los cambios más visibles están las inserciones de aluminio en panel y consola central, y cuero en paneles de puertas.

Las butacas con el apoyacabeza integrado y forradas en cuero son sin dudas el mayor guiño a la deportividad. Se regulan manualmente en altura y ofrecen muy buena contención lateral. En el centro del panel frontal –cubierto de cuero y terminado con grandes costuras- es el reloj analógico el que le da un toque de distinción. Volante de base chata, pedalera de aluminio al igual que el pomo de la palanca, son otros elementos que denotan deportividad. La postura de manejo es impecable. El instrumental sigue siendo analógico, con cuadrantes grandes para velocímetro y tacómetro, y un display central para la computadora de a bordo. 

Está pensado para el uso de a dos, ya que las plazas traseras son más bien simbólicas y el acceso a este sector –algún impuesto hay que pagar- es algo complejo de conseguir porque el techo cae abruptamente y porque el desplazamiento de las butacas delanteras no es de los más generosos.  

Óptima la insonorización, aunque queda en evidencia la clara intención de la marca en que se filtre el rugido del motor en plena aceleración que, por supuesto, es una experiencia placentera antes que una molestia. 

Comportamiento dinámico  

Nos trajo a la mente las mismas sensaciones de la primera vez que la manejamos (+ info) cuando afirmábamos que “es un auto para disfrutar en pista, pero lógicamente el que lo compre lo usará en las calles y rutas, y en ese uso civil cumple muy bien por el equilibrio de las suspensiones que no penalizan en absoluto el confort.” En eso mucho tienen que ver los neumáticos, que no tienen un perfil tan bajo: 45. En ruta copia perfectamente las curvas y se apoya con una estabilidad asombrosa.  

Es notable el modo en que los ingenieros se las arreglaron para lograr un gran equilibrio entre un esquema bien firme de suspensiones con un chasis de lo más rígido. Está muy bien balanceado y aunque a ser de tracción delantera muestra algo de subviraje al límite, cuando las ruedas logran el mejor apoyo, la cola acomoda la trayectoria. El alerón trasero retráctil aporta algo de carga aerodinámica cuando se despliega por encima de 160 km/h (aunque se puede accionar manualmente con una tecla), con el fin de mejorar la estabilidad y el agarre del eje posterior, o sencillamente para hacer “un poco más de facha.”  

El resultado es un auto perfectamente apto para el uso diario para el que sólo hay que tomar ciertos recaudos por el escaso despeje. Con una dirección precisa, que a medida que aumenta la velocidad se va endureciendo, la tarea de llevarla es un verdadero placer.  

Propulsión turbo 1.6

Debajo del capó sigue el motor 1.6 THP, que en esta versión con caja manual de seis marchas entrega 200 caballos (163 con la Tiptronic). Un socio ideal para este chasis, al que mueve con una solvencia asombrosa. Con un torque de 275 Nm a 1.700 r.p.m entrega respuestas que hacen las delicias de quien va al volante que, a poco de subirse al auto, sabe claramente que cuenta con reprises de alto vuelo, como para hacer sobrepasos casi sin despeinarse, o salir de una curva –si es en circuito- en plena aceleración. Las cortas relaciones de las tres primeras marchas favorecen notablemente a un manejo deportivo, y la performance ratifica la buena química entre motor, transmisión y estructura: 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y 225 km/h de velocidad máxima. El consumo urbano se ubica en los 10,1 litros cada 100 kilómetros, y en ciudad ronda los 8,7 l/100km.

Equipamiento

El nivel de equipamiento es otro de los indicadores de pertenencia al segmento de alta gama. En el apartado de seguridad incluye: frenos ABS (con sus asistentes); controles de tracción y estabilidad (desconectable); airbags frontales, y delanteros de cabeza y tórax; ganchos Isofix; y faros delanteros de xenón. Esto entre lo más destacados.  

Climatizador automático; sistema de audio con reproductor de CD, lector de MP3, tomas Jack y puerto USB y manos libres Bluetooth; pantalla de 7” con navegador satelital; computadora de a bordo; y espejos eléctricos, son los elementos más destacados del rubro confort.

Un fuera de serie

El RCZ es un auto especial desde cualquier óptica que se lo analice y el precio no es la excepción: para subirse a esta versión manual de 200 caballos hay que pagar 322.394 pesos, y 321.315 para la Tiptronic. Son valores elevados, pero como es un tipo de compra no racional, sino más bien pasional, no se puede medir con la misma vara que otros modelos. 

A favor

  • Diseño
  • Comportamiento dinámico
  • Presentación interior
  • Motor/caja 

 

En contra

  • Precio elevado
  • Visibilidad
  • Espacio en plazas traseras
  • Capacidad del baúl