Cars

Camiones & Utilitarios Camiones & Utilitarios Posventa Responsabilidad Social Empresaria
Test Drive

Test Drive Renault Alaskan Intens 4WD AT: una pick up para el trabajo y la ruta

29/09/2023 - En Cars.com llevamos la nueva versión el Parque Nacional El Palmar, Entre Rios, para testear la nueva caja automática de 7 velocidades.

CLAUDIO CAPACE   24 September 2010

PRUEBA DE MANEJO: AUDI A4 1.8 TFSi

A4: distinción premium en formato mediano

Lujo, placer y calidad se dan cita en el Audi A4. Un compacto que deja pocas preguntas sin responder... aunque esta versión presenta una potencia bastante contenida para las posibilidades del chasis.

PRUEBA DE MANEJO: AUDI A4 1.8 TFSi

La nueva generación del A4 resume mucho de lo que Audi viene proponiendo desde hace un tiempo.

Vamos por partes:

Por fuera

El diseño se apoya en un voladizo delantero generoso, con un frente más agresivo y personal y gran protagonismo de la parrilla y las luces, que inspiran un movimiento alar y muestran el “ceño” fruncido gracias a la disposición de los leds. La silueta en general es más estilizada, todas sus líneas son suaves y rematan armónicamente en el tercer volumen, que es bien definido.

Así, el A4 traza un camino de personalidad propia, pero respetando la genética de la marca. Metro en mano, constatamos que la extensión total llega a 4.703 mm (20 mm más que el modelo precedente), el ancho es de 1.826 mm y la altura apenas de 1.427 mm. Ganó en la distancia entre ejes, ahora 2.808 mm, y las generosas trochas aseguran que viaje bien “plantado”: 1.564 y 1.551 mm para los ejes anterior y posterior respectivamente.

Por dentro

La habitabilidad interior, casi por definición entre los alemanes, es muy meritoria para los pasajeros delanteros… y siempre acotada para los que viajan atrás.

Este A4 no es la excepción: adelante es primera clase ejecutiva, atrás si se alojan dos adultos se las arreglan… pero para tres es muy difícil sin resignar elegancia. Tiene dos elementos que ayudan poco: el falso túnel de transmisión (en sí, en un tracción delantera como éste, ese pliegue actúa como refuerzo estructural) y el respaldo central trasero, que es de una dureza inusual. En síntesis: viajan cuatro cómodos, pero cinco la pasan mal. Parece ser que en la tierra de la cerveza, si viajan más de tres, se compran un segundo vehículo.

Vuelven los cantos de sirena cuando hablamos del baúl: líder de su categoría con 480 litros de capacidad en posición regular y hasta 962 litros con las plazas traseras rebatidas. Detalle plus: la apertura es automática y se destraba desde la llave o con una tecla.

La calidad percibida, el tratamiento de los materiales y la precisión en el armado (sin rebabas plásticas o encastres ruidosos) es digna de los más sinceros elogios. Tapicería de sofisticado cuero de Alcántara, detalles en aluminio y una iluminación nocturna que lo asemeja a un Boeing… en fin, un derroche de buen gusto, diseño y lujo, pero sin abandonar jamás la sobriedad y el buen gusto.

El tablero se ajusta a las características y definiciones del auto, tiene un tinte deportivo, es claro y la data que entrega es muy completa. Testigos por doquier aseguran que, ante el mínimo imprevisto, el conductor siempre es avisado. Ayuda mucho contar con ese respaldo informativo.

Seguridad & confort

En este nivel de precios y calidad, cuando chequeamos el listado de seguridad y confort quedan poquitas dudas... máxime, cuando la versión que nos toca probar cuenta con un paquete de opcionales al que le quedan pocos casilleros por tildar. Un ejemplo basta para definir la categoría del vehículo que tenemos entre manos: los asientos “leen” la contextura y el peso del ocupante para activar los airbags y cinturones de seguridad de manera proporcional.

El A4 tiene casi todo lo que debe tener, desde el doble xenón hasta los sensores de lluvia y luz… y hay que decir que las luces y los limpiaparabrisas son merecedores de comentarios elogiosos aún en la peor de las tormentas. Claro que, si nos esforzamos, siempre encontramos algún sutil renuncio: en este caso, la falta de apoyacabezas activos, el control de presión de neumáticos y las luces adaptativas en curvas. ¿El detalle que destroza el idilio? El neumático de repuesto es del tipo temporal (no permite superar los 80 km/h). Amarilla, y vuelva a rendir en diciembre.

El nivel de confort a bordo es exquisito, la insonorización envidiable y el acompañamiento del equipo de audio Bang & Olufsen, sublime. Cuando llega la hora de evaluar la dote, caemos nuevamente en el indudable refuerzo de esta unidad respecto del modelo “base” (tómese como “brincadeira”: en esta categoría no hay “inicio de gama”… pero de alguna manera hay que llamarlo), que cuesta poco más de 46 mil “verdes”.

Destacamos, por una cuestión de espacio, lo más llamativo o singular: freno de mano eléctrico (tecla plancha central); ayuda para estacionarlo con alarmas y “bastoncitos” que nos avisan cuánto y cómo nos aproximamos al obstáculo más cercano; MMI (Multi Media Interface) para elegir múltiples opciones del audio, climatización y personalización del usuario. Súper cool la nueva llave sin vaina metálica que tiene memoria y almacena información para el service, fallas, etc.

Los asientos son eléctricos (sin memoria ni calefacción) y de calce perfecto: hasta permiten extender el cojín para tener los muslos bien descansados en viajes largos. El climatizador tiene dos vías separadas, el espejo retrovisor interno es fotosensible, y obviamente cuenta con Bluetooth, techo solar, cruise control y volante multifunción de doble regulación.

Sensaciones de manejo

Conducir esta nueva generación del A4 implica arribar a nuevas formas de placer: se trata de una máquina que da la respuesta esperada en todo momento, y que siempre lo hace desde la sensación de control absoluto, de dominio, con movimientos perfectos y cambios de inercia que rayan el equilibrio deseado. La dureza y percepción que brinda el chasis, las suspensiones y el sistema de dirección obligan a estar atentos al velocímetro: rápidamente se llega a velocidades elevadas sin que el clima de confort se altere.

En rutas de curvas y contracurvas el A4 luce balanceado (quizá aquí se note la falta de un resto de potencia que permita una conducción más deportiva) y siempre atento a lo que el conductor exige desde el volante. Es realmente muy placentero el tacto de la palanca de cambios y los pedales: estamos ante un auto que obliga a una conducción depurada, sin yerros.

Las suspensiones independientes, de percepción más seca en zonas metropolitanas con baches y lomos de burro aseguran en autopista solvencia en el apoyo de los neumáticos, más allá de la condición de suelo: en seco o con asfalto mojado viaja como imantado a la cinta gris. Impecable.

Para los que buscan respuestas más extremas, el motor debe ser llevado en una zona estrecha del régimen, la superior, donde tiene la mejor savia. Pero siempre queda la sensación de que le falta ese toque de “veneno”. Es poca la ganancia que, en un circuito, se puede obtener desconectando el control de estabilidad y tracción (se desactiva en dos niveles): no hay suficientes caballos para ese resto por sobre la electrónica.

Nos encantó el “trabajo” del Audi Drive Select, que permite contemplar distintos espíritus y reacciones para todo lo que es respuesta del motor, dirección y la amortiguación (adaptable). Trabaja con tres programas: Comfort, Automatic y Dynamic; y los cambios en las respuestas son visibles y palpables, lo que permite tener tres autos en uno.

Si nos centramos en el desempeño motriz, este A4 entrega otro tipo de sensaciones más cercanas a la racionalidad: en él prima la entrega progresiva de potencia por sobre las aceleraciones brutas. Que quede claro que es un auto ágil y con respuesta acorde cuando se exige la presencia de la caballería, pero el exigente nivel en que se desenvuelve también pide que, GPS en mano, la sensación sea cercana a la de un deportivo. Por peso e imagen, el motor acota las posibilidades de un gran chasis que puede albergar potencias mayores (y lo hace en las versiones más caras).

Los cuatro cilindros turboalimentados entregan 160 CV que se brindan cómodos por sobre las 4.000 rpm, en ese margen se nota que las 16 válvulas lo hacen respirar mejor; en ciudad ayuda mucho el sistema de distribución variable que permite llevarlo a marcha moderada y en cambios altos sin que se queje.

La velocidad máxima se ubica en el orden de los 225 km/h y las aceleraciones registradas fueron de 8,6 segundos para llegar a los 100 km/h con partida detenida y casi 17 segundos para franquear los 400 metros en similares condiciones. En las recuperaciones se aprecia el elevado peso y las décimas necesarias para que el motor alcance el régimen ideal para entregue la mejor cifra de torque: en cuarta velocidad empleó 8,5 segundos para pasar de 80 a 120 km/h; en quinta fueron necesarios 11,3 segundos. El secreto pasa por no dejarlo caer de las 2.000/2.5000 rpm.

No es el rendimiento por kilómetro un apéndice que desvele al potencial comprador de un Premium, pero a veces resulta un buen indicador de cómo la máxima tecnología permite ser racional en el uso del carburante: performance y eficiencia pueden ir de la mano. Amparada por un Coeficiente Cx de apenas 0,27, la nueva familia A4 presenta mejoras en todo el elenco motriz y este 1.8 TFSi no es la excepción. Los consumos son realmente buenos y la capacidad del tanque de combustible de 65 litros lo habilita para grandes travesías: a 130 km/h cubre los 100 km de marcha con 6,0 litros de súper (autonomía de más de 1.000 km), en tanto en ciudad se las arregla con poco más de 9 litros para el centenar de unidades kilométricas.

A la hora de las cuentas

Tallar el precio cuando hablamos de sangre azul siempre es dirimir propiedades en un terreno especial. En la comparación directa, esta versión en particular del A4 (arriba de los 65 mil dólares) queda un poco cara, especialmente en la relación directa de potencia y en el precio del paquete de opcionales que nos tocó en suerte, que incluye accesorios por fuera del equipamiento original: tapicería sport cuero Alcántara, airbags, luces xenón plus con LED, Audi Hold Assist y Audi Parking System Plus PVP.

En el haber, justo es reconocer, cuenta con argumentos de peso específico como la calidad, el comportamiento dinámico y la posición de conducción; en el debe nos permitimos señalar la rueda de auxilio temporal y la relación precio–equipamiento si prescindimos de los opcionales. La garantía (2 años sin límite de kilometraje, 3 años para la pintura y 12 años contra perforaciones por corrosión) también podría ser más generosa.

La gama articula pocas variantes de modelos pero con un programa de opcionales muy variado: el inicio de la pirámide A4 lo sustenta este 1.8 TFSi, que sin opcionales ronda los U$S 47.000; cierra el plácet el 3.2 Tiptronic quattro de 265 CV, ya en el escalón de los U$S 80.000. En el medio, se pueden encontrar distintas variantes del motor 2.0 TDi de 143 CV.

El segmento mediano de los Premium ofrece un tridente magnífico: BMW Serie 3, Mercedes Benz Clase C y este Audi A4. Es una franja que tiene sus propias reglas, y la nueva generación de Audi se dispone a conquistarla.