Las primeras imágenes se conocieron a finales de 2011 y su debut se produjo en Ginebra, en marzo de este año. Ahora el nuevo modelo SUV de Peugeot sale a la venta en el viejo continente ofreciéndose como una alternativa en la categoría en la que participan modelos como el RAV4 de Toyota, el Kuga de Ford, además de rivalizar con el Mitsubishi ASX del cual toma la plataforma y también con su primo C4 Aircross de Citroën.
Dentro de la gama de la marca francesa este nuevo SUV se ubica por debajo del 4007 que tiene su paralelo en el Mitsubishi Outlander y el Citroën C-Crosser.

En su diseño toma el nuevo ADN de la marca con líneas más definidas, parrilla grande, perfil musculoso y muchas piezas cromadas. Sus llantas son de 18 pulgadas.

Mide 4,34 metros de largo, 1,80 m de ancho y 1,63 m de alto, y la distancia entre ejes de 2,67 metros. El baúl ofrece una capacidad de 416 litros.
Por dentro hay espacio para cinco ocupantes y el nivel de materiales y terminaciones a buen nivel. Tiene techo panorámico y una generosa dotación de equipamiento.

Entre lo más importante que ofrece en materia equipamiento aparecen: pantalla táctil para el navegador y la cámara de visión trasera; sistema de entrada y arranque sin llave; climatizador; programador de velocidad; seis airbags, control de estabilidad; faros de xenón; control de estabilidad; y enendido automático de luces. 

Los motores con los que sale de fábrica son: los nafteros 1.6 de 116 CV y 2.0 de 150 caballos; y los diesel 1.6 HDi FAP de 115 CV y 1.8 HDi FAP de 150 caballos. Los nafteros se combinan con una caja manual de cinco marchas y para el más potente hay disponible una automática CVT, mientras que los diesel están disponibles con una transmisión manual de seis velocidades.

El sistema de tracción es integral y permite el uso en tres modos diferentes. Se puede circular en modo 2WD (tracción simple a las ruedas delanteras), 4WD (tracción a las cuatro ruedas), o Lock (bloqueo de diferencial) para máximo agarre.