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04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.

PABLO EPIFANIO   9 January 2013

TEST DRIVE: Nuevo Kia Picanto 1.2 AT

Picanto: pequeño gran aliado para la ciudad

La nueva generación del Picanto es más grande y su diseño más agresivo que el anterior. El chico de Kia mejoró en todo aspecto y por sus buenas aptitudes dinámicas hace honor al concepto urbano.

TEST DRIVE: Nuevo Kia Picanto 1.2 AT

En una etapa de renovación integral de su portfolio está inmersa Kia. Mediante este proceso que se inició hace un tiempo le viene cambiando “la cara” a sus productos bajo la dirección del diseñador alemán Peter Schreyer –ex del Grupo Volkswagen- quien fue el encargado de definir este nuevo estilo de la automotriz coreana. Tras la renovación del Cerato (sedán y cupé), el Soul, y la Sportage (sólo por nombrar modelos aquí conocidos), en el Salón de Ginebra del año pasado se presentó la segunda generación del urbano que nació en 2004 y que luego se renovó levemente en 2007 y 2010. 

El Picanto cambió y mucho. Creado en los tableros del centro de diseño que la automotriz tiene en Frankfurt (Alemania), se lo ve más atlético y agresivo, ganó en robustez y mejoró la calidad percibida. En definitiva, se puso en sintonía con los nuevos modelos de la marca no sólo tomando el ADN estilístico, sino beneficiándose con la evolución general que viene experimentando Kia y que aplica tanto a la imagen como al comportamiento dinámico y a la eficiencia motriz.

Atrevido 

No pasa inadvertido, es un auto que genera una particular atracción porque es simpático, tiene personalidad y eso despierta admiración en la mayoría o curiosidad en los que a simple vista no logran discernir de qué modelo se trata pero que sí les motiva a girar la cabeza y hasta hacer un gesto o mirada de aprobación…más si la carrocería está pintada con este intenso celeste al que la compañía llama “Alice Blue”.

Su figura cambió por completo y en especial en el frontal, donde estrena parrilla (con rejilla tipo panal de abejas, que se replica en la toma de aire inferior), ópticas más filosas, capó con prominentes nervaduras y paragolpes más envolventes.
Una línea ascendente dibuja el perfil y ópticas en forma de “boomerang” invaden parte de los laterales y le imprimen una interesante impronta a la cola, fortalecida por un paragolpes que –al igual que el delantero- aparece más inflado. El cromado se hace presente en los labios de la nueva grilla, las manijas de las puertas, los logos y el nombre del modelo, un material siempre válido para realzar la imagen de un auto.

Lleva neumáticos 165/60 R14 calzados en llantas de chapa cubiertas con tazas, mientras que el de repuesto es de diferente medida.

El modelo más chico de la marca oriental -que proviene de la planta que ésta posee en Seosan, Corea del Sur- creció a lo largo en 6 cm (3,59 m) y también ostenta mayor distancia entre ejes (2,38 m), lo que le permite ofrecer un habitáculo algo más amplio. El baúl ofrece 200 litros de capacidad (130 el anterior) que puede ampliarse a 870 si se pliegan los respaldos traseros. Un detalle a mejorar: no tiene bandeja para ocultar el equipaje y, si bien es breve el espacio que separa a la luneta de los apoyacabezas traseros, la carga queda demasiado visible y vulnerable a “los amigos de lo ajeno”. 

Cambios a bordo

Por dentro también evolucionó y lo suficiente como para considerarlo un nuevo habitáculo. Estrena volante que incluye un aplique símil aluminio y teclas para el audio, panel frontal sencillo, minimalista -recorrido por un listón en símil aluminio - que contiene en la parte central al equipo de audio (con generoso display) y los comandos del aire acondicionado manual. 

Si bien los plásticos son todos rígidos, es notable la evolución en materia de calidad de los materiales y se percibe un esmerado trabajo de terminaciones, al igual que una muy buena insonorización. Los tapizados son de un agradable textil y el formato de las butacas permite una postura cómoda, con una posición de manejo correcta que mejoraría más si el asiento se pudiera regular en altura y el volante en profundidad.

Atrás es donde se lo nota un poco más holgado que el anterior Picanto, con la altura respecto al techo como la cota más destacada. A tener en cuenta: el cinturón de la plaza trasera central, no es abdominal, sino uno de tipo inercial completo igual al del resto de los otros cuatro asientos. Pulgar arriba.

Equipo disponible

Es más que interesante el listado de equipamiento, sobre todo en lo que hace al ítem de seguridad ya que el control de estabilidad, los frenos ABS (disco en las cuatro ruedas) y el doble airbag frontal, son elementos que forman parte del equipo titular. Además cuenta con tercera luz de stop. La versión manual no cuenta con ESP, aunque sí ofrece luces antiniebla delanteras. Además se diferencia por tener intermitentes de giro en los espejos.

En el rubro confort se anotan: sistema de audio con reproductor de CD, MP3, entrada auxiliar para iPod y puerto USB; apertura y cierre de puertas centralizado con mando a distancia; levantavidrios eléctricos en las puertas delanteras; apertura interna del tanque de combustible; y volante multifunción forrado en cuero al igual que el pomo del selector de cambios. 

Bien en claro queda que los ingenieros se esforzaron por aprovechar al máximo el espacio interior y prueba de ello es la disposición de varios huecos para transportar objetos, como los sobres de las puertas que además pueden albergar una lata o botella chica de gaseosa, y los posavasos de la consola y el central trasero, el portalentes o la bandeja debajo de la butaca del conductor. Un guiño para el potencial y coqueto público femenino que se haga cargo del volante es el espejo del parasol con seis lucecitas (tres de cada lado) que recuerdan a una suerte de “camarín ambulante”.

Poniéndonos en el papel de quisquillosos podemos reclamar el ajuste eléctrico de los espejos retrovisores.

Motor/caja

También debajo del capó hay novedades con la llegada del motor 1.2 litros de 85 caballos que reemplazó al 1.1 de 65 de la edición anterior. Esta ya de por sí supone una mejora en las prestaciones, que se comprueba con sólo recorrer las primeras cuadras. Este propulsor de 4 cilindros en línea y 16 válvulas entrega un torque de 12,2 kgm a 4.000 rpm y tiene sobradas aptitudes para mover con absoluta autoridad a una carrocería que no llega a los 950 kilos. Silencioso y de entrega progresiva, es administrado por una transmisión automática de cuatro marchas de buen funcionamiento y relaciones acordes para exprimir lo mejor del caballaje disponible. Claro que con un cambio más rozaría lo impecable. 

Hace alarde de su naturaleza urbana al demostrar una agilidad que despierta satisfacciones en el tránsito de la city. Ya en ruta aparecen algunas limitaciones –lógicas por las características de la carrocería y la mecánica – pero no desentona, de hecho las cifras de performance no están nada mal para el promedio de la categoría. En pruebas alcanzó 168 km/h de velocidad y la aceleración de 0 a 100 km/h se completó en 12,3 segundos. En cuanto a consumo, los valores en ciudad se ubican en los 8,8 litros cada 100 kilómetros, mientras que en ruta está en los 8,2  litros si se viaja a 120 km/h constantes. 

En acción

Otro punto a favor. En ciudad se mueve a “sus anchas” porque la puesta a punto de la suspensión apunta a un manejo ágil y firme, y con los dos preceptos cumple. Se lo nota bien plantado en los trazados trabados y ante los cambios de ritmo. En empedrados o calles en mal estado responde con cierta sequedad en el tren trasero, que se hace más notoria al pasar por un lomo de burro. 

En la ruta se desplaza con suavidad y es justamente esa firmeza la que mención ayuda a la estabilidad, contrarrestando los movimientos típicos de una carrocería de este tipo. La dirección (asistida) es precisa y tiene buen tacto, esto se traduce en un manejo relajado y –aunque hay que hacerle pequeñas correcciones- con una considerable sensación de seguridad. Por supuesto que es importante no olvidarse que es un auto pensado para la ciudad, y en especial cuando se entra en una curva porque aparecen ciertas inclinaciones, aunque bastante más contenidas que en el Picanto anterior. Tranquilos que lejos están de comprometer la trayectoria.

A pelear la calle

Es elogiable la relación precio/producto, ya que un valor de 19.180 dólares para esta versión automática y de 18.200 para el caso de la manual (con caja de cinco marchas), se inserta en un segmento en el participan el Hyundai i10, el Chevrolet Spark, el Nissan March, el Chery Face, y también el Ford Ka y el Nuevo Fiat Uno están en la conversación. En esa franja de mercado el Picanto se para con autoridad inflando el pecho en base a una buena calidad de construcción, una imagen sumamente atractiva y un equipamiento destacable, en especial desde el punto de vista de la seguridad. La garantía: de cinco años o 100 mil kilómetros. Argumentos muy válidos que, al momento de la decisión, en esta categoría pesan y mucho. 

 

A favor

  • Equipamientode seguridad
  • Comportamiento en ciudad
  • Calidad general
  • Motor

En contra

  • Ausencia de cobertor de carga
  • Sequedades en tren trasero
  • Baúl acotado