Al deportivo SLS AMG le llega una renovación tanto en su versión “alas de gaviota” como cabriolet y con mejoras a la dinámica y las prestaciones del motor, más que una evolución estética.

Respecto al motor la información difundida por la compañía señala que sigue siendo el V8 de 6,3 litros pero con el aumento de 20 CV extra, con los que trepa de 571 a 591 caballos de potencia aunque –sostienen- con el mismo consumo promedio de 13,2 litros cada 100 km. Con este plus el deportivo alemán baja 1 segundo el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h: 3,7 segundos. La velocidad máxima se limita electrónicamente a los 320 km/h.

También se hicieron ajustes a la caja de cambios automática de 7 velocidades (AMG Speedshift) que tiene nuevas relaciones y un funcionamiento más rápido.

Para mejorar el comportamiento dinámico los ingenieros de la casa de Stuttgart recalibraron la suspensión, aumentando su rigidez para que el andar sea más agresivo y deportivo. A través del AMG Ride se puede regular de acuerdo al tipo de manejo a realizar.

Estéticamente son casi imperceptibles los cambios, ya que se oscurecieron las ópticas y se agregaron algunos detalles en color negro brillante en el borde de la parrilla, los espejos retrovisores y en los guardabarros. Por supuesto que en la zona trasera aparece el sello GT.