04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
PABLO EPIFANIO 29 July 2011
Con el motor 1.6 Turbo de 156 CV que incorporó hace poco, el Citroën C5 logra menor consumo y más confort de marcha. Se vende con el equipamiento Exclusive, el más completo de la gama, por $ 213.000.
Un nuevo capítulo fue el que escribió Citroën en 2008 al presentar esta generación del C5. Es que el mediano grande francés cambió por completo adoptando un perfil más deportivo. En otras palabras: se alejó un poco de la clásica elegancia francesa para acercarse a una silueta más musculosa y característica de los modelos alemanes de categoría premium. Luego vinieron algunos muy leves retoques y la más reciente novedad para el mercado argentino tiene que ver con la incorporación del motor 1.6 THP de 156 caballos, que llegó para reemplazar al 2.0 de 143 CV y acompañar al HDi de 140 CV en versión Confort.
Sofisticado, eficiente y de poco apetito
Una vez más se hace presente el 1.6 desarrollado conjuntamente entre PSA Peugeot Citroën y BMW, el mismo que impulsa a varios modelos de ambos grupos, entre ellos el DS3, el MINI, y los Peugeot 3008, 308 CC y 207 CC. Ante la pregunta “¿es suficiente un motor de esta cilindrada para semejante carrocería?” de más de uno de los que se acercaron durante los días de prueba o del lector que quizás se la está formulando en este preciso instante, va la respuesta: no brilla por sus prestaciones pero es más que suficiente para cumplir con el principal propósito del auto: el confort. Responde con suavidad y acelera de manera gradual. La caja automática de seis resulta una socia ideal ya que sus relaciones permiten un óptimo escalonamiento y las marchas van pasando en el instante preciso de mayor eficiencia en cuanto a consumo de combustible. Además, siempre y cuando no se lo apure demasiado, el paso de cambios es casi imperceptible. Cuenta con la opción Manual-Sport que posibilita un manejo más divertido al estirar las marchas en un claro guiño a los que buscan un poquito de adrenalina. También ofrece la función (“snow”) para el manejo en nieve
Los 200 “y pico” (204 aproximadamente) kilómetros por hora de velocidad máxima y los 10, 7 segundos para llegar a 100 km/h no están nada mal para un vehículo que está por encima de los 1.500 kilos.
El consumo es uno de los aspectos más destacables, puesto que consigue valores propios de autos de tamaño más chico. En ciudad requiere de 10,6 litros cada 100 kilómetros y en ruta 8,7 yendo a 130 km/h, pero a 100 km/h constantes se limita a 7,4 litros. Esto, sumado a los 70 litros de capacidad del tanque, hace que logre una autonomía notable.
El más alemán de los franceses
Toda una demostración de diseño. Robusto, bien plantado, y elegantemente deportivo. Representa el nuevo ADN de la casa francesa aunque apela a ciertos guiños propios de los constructores germanos, como por ejemplo las nervaduras bien marcadas. La trompa bien lanzada, la poderosa cola, la elevada línea de cintura y las llantas de 19 pulgadas, completan una estupenda silueta. La novedad en esta versión es el agregado de la tira de leds en la parte inferior de las ópticas para las luces de posición. Los diversos apliques cromados realzan la imagen premium de esta elegante berlina.
El habitáculo es otro de los puntos altos del nuevo C5, tanto por su diseño como por la calidad de los materiales (agradables a la vista y al tacto) y las terminaciones. Muy confortable en todo sentido. El puesto de conducción ofrece una butaca eléctrica con múltiples regulaciones (hasta para la zona lumbar) y memoria. El volante se puede ajustar manualmente en altura y profundidad, y cuenta con la parte central fija donde se agrupan varios controles. Los asientos delanteros aportan una gran cuota de confort por su tamaño generoso y formato envolvente, que conlleva a una óptima sujeción lateral. Atrás en cambio, el espacio es bastante ajustado teniendo en cuenta que estamos ante un auto de 4,80 metros de largo. Algo similar ocurre con el baúl de 439 litros, una capacidad para nada despreciable pero sí inferior a la de sus rivales directos VW Passat (565 litros), Renault Latitude (511) y Ford Mondeo (493).
El instrumental está bien resuelto, con tres esferas analógicas (para combustible, velocímetro y tacómetro), aunque quizás está demasiado cargado, ya que cada una de ellas contiene un display para diferentes datos (el central es el más grande y aporta toda la info de la computadora de a bordo), lo que puede generar cierta confusión.
Equipamiento de primer nivel
Otro de los aspectos fuertes de este modelo del doble chevron, que en el rubro confort incluye climatizador automático bizona; control de velocidad crucero; radio CD, con MP3 comandos al volante y entradas auxiliar y USB; bluetooth; tapizado de cuero; traba de puertas en velocidad; espejos exteriores eléctricos y rebatibles; espejo interior electrocrómico (evita encandilamientos); limpiaparabrisas automático; lavafaros; cortinas para las ventanillas traseras; techo eléctrico y sensores de estacionamiento delanteros y traseros.
En el listado de seguridad se destacan los siete airbags (de rodilla para conductor, frontales, de cortina delanteros y traseros); frenos ABS (con ayuda al frenado de emergencia y repartidor electrónico de presión); controles de estabilidad y tracción; tres ganchos Isofix en las plazas traseras; luces de xenón; detector de presión de neumáticos y apertura automática de puertas en caso de accidente.
En definitiva, dotación digna de un auto de esta categoría y precio. Para la crítica: rueda de repuesto temporal (más chica que las titulares), y ausencia de amortiguadores para la apertura del capó, que en su lugar se traba con una varilla.
Comportamiento
La inclusión del tecnológico sistema de suspensión (Hydractive Plus de tercera generación) deja absolutamente en claro que el confort es un tema prioritario. Se trata de un dispositivo inteligente que se adapta a las condiciones de manejo, subiendo la altura en ciudad y bajándola a medida que la velocidad aumenta en busca del comportamiento más firme y adecuado al perfil rutero. Esto compensa el bajo perfil (40) de los neumáticos. Al mismo tiempo, mediante las teclas de la consola central, el conductor puede regular la elevación de acuerdo a su gusto o necesidad teniendo en cuenta el trazado que vaya a transitar. El resultado es un andar sumamente suave y mullido en ciudad, donde filtra casi al máximo todo tipo de imperfecciones (excepto los lomos de burro más pronunciados donde aparece un rebote seco en el tren delantero), y un comportamiento firme en ruta, escenario en el que dobla sin presencia de inclinaciones. Es muy fácil llevarlo a altas velocidades porque su estabilidad es elogiable. En todo esto mucho tiene que ver la dirección con asistencia eléctrica.
La insonorización es de lo mejor, ni el más mínimo silbido a viento o vibración alguna, a pesar de que el capó no tiene el panel aislante que un auto de esta jerarquía debería incluir.
Conclusión
Por calidad, tecnología y estilo, la berlina más grande y equipada que hoy tiene Citroën a nivel mundial está autorizada a pelear sin sobresaltos con modelos de marcas premium. Para tener esta versión 1.6 Exclusive hay que desembolsar 213.000 pesos y 204.000 por la variante HDi Confort de 140 caballos. Aunque cuenta con una mezquina garantía de 2 años sin límite de kilometraje, sus valores son similares a los de sus rivales generalistas, categoría en la que se distingue por el avanzado sistema de suspensión.
A favor
En contra