Ya se habían conocido algunas pruebas piloto para conseguir un neumático que prescinda del aire. Y había sido Bridgestone una de las compañías encargadas de poner primera con uno de estos proyectos. Ahora da un paso más en el concepto de neumático sin aire con la segunda generación del "Non-Pneumatic". Se trata de un prototipo de rueda formada por una única estructura de rayos a lo largo de sus lados interiores y dispuestos de manera tal de que no solo puedan soportan el peso del vehículo, sino que permitan mejorar la capacidad de carga, las prestaciones y aportar a la ecología.

De este modo se evitaría estar atento a la presión del aire y, por sobre todo, despreocuparse por las pinchaduras.

Los rayos están formados con resina termoplástica, que al igual que el caucho de la zona de la banda de rodadura, son materiales reciclables. La resina sintética se vuelve flexible cuando se calienta, puede procesarse en una variedad de formas, y endurecerse cuando se enfría, lo que facilita el moldeado y reciclado del material. 

Gracias también a la extremada baja resistencia de rodadura (el 90% de la pérdida de energía se produce por la resistencia del neumático cuando está girando) se consigue reducir las emisiones de CO2.