04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
CLAUDIO CAPACE 13 September 2010
Probamos la versión naftera de la Berlingo: con 110 CV, trae nueva potencia y consumos lógicos. El rediseño le sienta muy bien y suma confort, aunque acusa algún faltante en materia de seguridad.
En su eterna lucha contra su prima hermana Peugeot Partner y contra el claro líder del segmento, el Kangoo2 de Renault, la nueva Berlingo presentó un restyling bastante profundo que la revitaliza, le cambia la mirada y le aporta nuevas soluciones, tanto en el exterior como en el interior. Debajo del capot aparecen las buenas nuevas: por el lado de los Diesel, en este modelo debuta el elogiado HDI de 90 CV; y entre los nafteros adopta la ya conocida mecánica 1.6 litros de 110 CV del Grupo PSA, que le cae realmente muy bien.
Por fuera
A la hora de encarar una actualización estética hubo dos premisas que ataron las manos de los ingenieros del grupo francés: por un lado, esta nueva versión utiliza la misma plataforma (carrocería, suspensiones, puertas, etc.) de la anterior generación. Y, por el otro, es un modelo que no se vende en Brasil, un mercado en el que la marca se ubica en un estrato más premium, lo que determina limitaciones de volumen y costos de desarrollo más acotados. El resultado final, si partimos de esa base, es lógico.
Adelante se la ve más moderna y agresiva; y a medida que la vista recorre el lateral, llegamos al sector posterior, donde las novedades se van desdibujando. Probamos la versión SX con el Pack compuesto por llantas de aleación ligera con neumáticos de 14 pulgadas, airbag para el acompañante, luces antiniebla y computadora de a bordo: para completar un aire más lujosos y menos utilitario, esta versión presenta tratamiento body color (detalles de color carrocería) en espejos exteriores, manijas de puertas, molduras, paragolpes y bandas de contacto.
La nueva Berlingo suma un aprobado en el rubro diseño y, con poco, revitaliza la imagen exterior, ganando en jerarquía. También hacen a la presentación exterior la renovada carta de colores: Rojo Lucifer, Gris Grafito, Gris Cendre, Gris Aluminium y Gris Dolomite.
Por dentro
Pero es en el interior donde el “refresh” se hace evidente y donde notamos que realmente le hacía falta una puesta al día que incluyera más armonía y ergonomía, amén de nuevos colores, texturas y materiales. El tablero toma rasgos y gráfica del “primo” 206; y la plancha frontal aporta funcionalidad, además de una concepción más moderna y luminosa. El volante también es de nueva factura. De noche, con la combinación de los instrumentos con fondo de color blanco, la serigrafía ámbar y las agujas en rojo, el conjunto gana en jerarquía.
Los plásticos en general son de buena percepción (en este segmento son del tipo rígido, y con el paso del tiempo tienden a generar algún “grillito”) y la postura de conducción deja en claro dos cosas: estamos ante una concepción utilitaria donde se maneja muy erguido y el espacio y la luz son compañeros de ruta siempre. Allí es donde se valora este tipo de vehículos y uno se olvida un poco del “peaje” aerodinámico (consumo, chifletes de viento, mayor inclinación en las curvas) de un vehículo conceptualmente alto. Adentro, la sensación es de holgura total y la visibilidad resulta impecable: la familia, agradecida.
Equipamiento
Como es de esperar hay mucho espacios guardaobjetos… pero lamentablemente los levantavidrios eléctricos delanteros (atrás sólo basculan) siguen fuera de la posición habitual: hay que rastrearlos en la consola central.
A la hora de hablar de seguridad, esta variante tope de gama cubre algunas sombras de las versiones base. Tiene lo que puede pedirse por su precio, pero no encandila y algunos ítems como el ABS todavía figuran entre los pendientes… a diferencia de su pariente Partner, que sí los ofrece. Por lo demás, suma luces antiniebla anteriores y posteriores, dos airbags, cierre automático de puertas y fijación de seguridad normalizada para asientos de niños (Isofix).
Refiriéndonos a la dote de confort y en relación a lo que se encuentra en el segmento, esta versión full tiene lo que se espera y marca un buen promedio (“tríada eléctrica para espejos, cierre a distancia y levantavidrios, computadora de a bordo) donde se destaca el sistema de iluminación “Follow me” y la regulación interna de luces. El equipo de audio no incorpora Bluetooth, comando de audio al volante (el Kangoo2 lo tiene), ni sensor de estacionamiento trasero.
Por supuesto, es en la capacidad y versatilidad de uso del espacio de carga donde radica uno de los encantos de quien busca un polivalente de esta especie: el volumen utilizable es de 624 litros en configuración tradicional y llega a 2.800 litros (un auténtico minifurgón) con las plazas traseras abatidas.
Motor y prestaciones
Las evoluciones mecánicas representan el punto más radical de cambio que experimenta el modelo. Nos tocó en suerte cubrir casi 1.000 kilómetros haciendo el clásico mix de ciudad y ruta en distintas situaciones de tráfico, y el resultado nos dejó muy conformes, especialmente si lo comparamos con la anterior motorización.
Este 1.6 es un impulsor que “respira” con 16 válvulas y ofrece 110 CV plenos que lo llevan muy bien y permiten, además, respetar la norma de contaminación Euro IV que entra en vigencia para nuestra región a partir de 2011. Si hablamos de performance en términos de resultados vamos a indicar que dejan contentos a cualquier potencial cliente con pretensiones familiares, savia del Berlingo.
Las pruebas efectuadas arrojaron una velocidad máxima que supera por muy poco los 160 km/h (incide en este aspecto la importante área frontal) y fue capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en lógicos 13,2 segundos. Si la medición la llevamos al kilómetro (1.000 m) con partida detenida, el cronómetro indicó 35,7 segundos.
Pero sin dudas son los consumos donde pondrá el ojo el potencial cliente: en el recorrido urbano, con un tanque “a boca de jarro” y respetando los recorridos que habitualmente censamos para los test, cubrió más de 550 km, lo que indica un consumo cercano a los 10 litros cada 100 km recorridos. En ruta, y sin superar los 130 km/h, fue capaz de recorrer 600 km, con un indicativo de poquito más de 9 “cada 100”.
Sensaciones de manejo
La nueva Berlingo ganó mucho en confort de a bordo con una insonorización más cuidada y una puesta a punto de las suspensiones un poco más “seria”; en la ciudad copia bien los pozos que quedaron afuera del “Haciendo Buenos Aires” y se muestra relajado y confortable, ideal para enfrentar a diario el caótico tránsito porteño.
El motor está bien relacionado (aunque el comando de caja sigue siendo de recorridos largos e imprecisos) y tiene buen margen de respuesta a bajas vueltas; es un vehículo ágil y muy maniobrable.
Cuando salimos a la ruta lo ideal es establecer un crucero del orden de los 120 km/h… y disfrutar del paisaje. A pesar de que se muestra con buen apoyo en curvas cerradas, lógicamente tiende a “rolar” un poco y a mostrar tendencia a sacar la trompa por la tangente.
Si nos atenemos a sus ambiciones familiares, es un compañero fiel del que dan pocas ganas de bajarse. Sólo hay que acostumbrarse a apoyar bien la espalda (la columna de dirección no regula en profundidad), porque la postura de manejo hace trabajar los músculos de manera distinta respecto de un auto “normal”. Percibimos el cambio en la dureza del material que conforman los asientos y mejoran la nota.
Luce muy eficiente el sistema de dirección (sobre todo en la ciudad, donde aporta agilidad) con asistencia del tipo eléctrica, de ajuste variable. Siete puntos para la respuesta del equipo de frenos.
Balance final
En el juzgamiento del precio frente a sus rivales hay que tomar la lupa y escudriñar las múltiples versiones que ofrece el Kangoo2 para saber qué variante “paramos” frente a este 1.6 SX Pack que llega a los concesionarios –bonificación temporal mediante- a $78.730.
La versión que da inicio a la gama naftera se consigue por $75.040 y, ya en el territorio de los HDi Diesel el SX a $82.520 y el SX PACK por $86.210. Siempre refiriéndonos a la familia Multispace de carácter familiar. La garantía no conmueve: un año sin límite de km.