04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
PABLO EPIFANIO 14 March 2016
Chevrolet es nuevamente sponsor del Lollapalooza y de la mano de este compacto equipado con motor 1.4 de 98 CV. En la previa del festival y como para refrescar conceptos, volvimos a manejar el hatch.
En 2013 llegaron a la Argentina dos modelos basados en una plataforma global, ambos íntegramente desarrollados y producidos en Brasil. Un sedán y un hatch. Sus nombres: Prisma (ver prueba) y Onix (ver prueba). En esta oportunidad ponemos el foco nuevamente en el hatch, que se posiciona en el mercado de los compactos como una propuesta para quienes aprecian un estilo algo más osado y juvenil. Y el momento elegido para el contacto no fue al azar sino que encaja en la misma semana en la que el modelo será el auto oficial del Lollapalooza, el mayor festival de música que se realiza en nuestro país y uno de los más importantes del mundo. Este mega evento tendrá lugar el próximo viernes 18 y sábado 19, y el Onix será la punta de lanza del sponsoreo de Chevrolet en su segundo año como única automotriz (+ info).
Canchero
Producido en la planta de Gravataí, en Brasil, comparte el ADN de estilo de la compañía a nivel mundial, con la parrilla trapezoidal con la barra horizontal que la atraviesa y que aloja al logo dorado, y las ópticas filosas y alargadas. En 3,93 metros de largo el Onix luce una silueta atractiva y proporcionada, y más allá de que lleva un tiempo en el mercado, sigue despertando una cierta atención al transitar las calles. Es simpático desde donde se lo mire: bien lograda la trompa, seductor desde el perfil y robusto desde el sector trasero. Esta versión full (LTZ) calza llantas de 15 pulgadas con neumáticos 185/65. La distancia entre ejes es de 2,53 metros -idéntica a la del Prisma- una buena medida que permite ofrecer un habitáculo bastante generoso y un baúl que no está nada mal: 280 litros de capacidad. Debajo del piso lleva rueda de auxilio temporal, es decir, de medida más chica que las titulaes y para ser utilizadas hasta 80 km/h como máximo.
A bordo
Por dentro también se respira el estilo global de GM. Es ante todo cómodo, con buenas butacas adelante y espacio acorde en las traseras, como para que dos adultos acomoden sin inconvenientes las piernas. Visualmente es agradable por el diseño, las formas simples de la consola y el dibujo del volante. Sin embargo, al tacto hay algunas partes con rebarbas y terminaciones claramente mejorables. La disposición del instrumental mantiene el estilo tipo moto, con info digital para el velocímetro, nivel de combustible y odómetro. Carece de medidor de temperatura y sin dudas, por tamaño, el protagonista es el cuentarevoluciones. El diseño puede gustar o no, todo es opinable, lo que no se discute es que se lee claramente. El volante de tres rayos tiene apliques simil cromo y se regula sólo en altura. La butaca -que ya de por sí es bastante o demasiado alta - se ajusta en altura, por eso se consigue fácilmente una postura a gusto. Aunque a los más altos seguramente les resulte demasiado elevada, se viaja cómodo, con buen dominio de la situación. En el centro del panel se destaca la pantalla del sistema My link, que es vistosa y le da un toque vanguardista, destacable en la categoría. La guantera por su parte, se abre hacia arriba y no tiene gran capacidad. En general, los comandos están bien ubicados y al alcance de la mano, aunque no así la manija interna en las puertas delanteras, que queda muy retrasada y demasiado baja, lo obliga a estirarse más demasiado y a practicar un movimiento poco natural.
Equipamiento
En materia de equipamiento de serie (desde la versión LT) incorpora el mencionado y novedoso sistema MyLink de conectividad, un multimedia de información y entrenamiento que trabaja mediante una interface a través de una pantalla táctil color de 7 pulgadas ubicada en el centro de la consola que permite la interacción entre el vehículo y diversos dispositivos electrónicos para reproducir música de archivos MP3, y ver fotos y videos, en definitiva, lleva todo el contenido multimedia del usuario a su auto. No tiene CD, pero posee comandos al volante (los sumó en la actualización de 2014 + info), Bluetooth, puerto USB, entrada Auxiliar y permite configurar algunas funciones del vehículo de acuerdo a las preferencias del conductor. Además trae aire acondicionado y tiene los tapizados de tela. “Nuestra” variante LTZ agrega levantavidrios y espejos eléctricos, computadora de a bordo y cierre centralizado.
En el rubro seguridad ofrece desde la LT frenos ABS con EBD, airbags frontales, aviso de colocación de cinturón de seguridad para conductor, y apoyacabezas delanteros y traseros regulables en altura. La versión LTZ suma cierre automático de puertas en velocidad, luces antiniebla delanteras y alarma antirrobo. Entre los faltantes anotamos el quinto apoyacabeza y el quinto cinturón inercial de tres puntos (es abdominal), el faro antiniebla trasero y los anclajes Isofix para sillas infantiles.
Motor
Mecánicamente este bicuerpo –al igual que el Prisma- monta el evolucionado naftero 1.4 de 98 caballos, un motor de 8 válvulas e inyección multipunto. Son 6 caballos más que en su estadio anterior presente en Agile y Classic. El torque tope llega a 12,9 kgm y se obtiene desde 2.800 rpm. La transmisión, manual de 5 velocidades, se destaca por la suavidad y precisión del selector.
En nuestra opinión es ágil en la ciudad, de suave entrega y silencioso funcionamiento, que sin duda muestra una evolución respecto de la versión anterior. En la ruta, al momento de un sobrepaso, lógicamente no brilla en los registros, pero rebajando a 4ª velocidad se obtienen tiempos más que razonables para su potencia y cilindrada. Esto se traduce en las siguientes cifras: 178 km/h de velocidad máxima y 11,5 segundos para conseguir los 100 km/h partiendo de 0. En cuanto al consumo, acusó unos 7,9 litros/100 km yendo a 130 km/h y 9,7 litros/100 km en el ámbito citadino.
Competencia dura
La oferta de General Motors en la categoría B (los compactos) es realmente amplia, y por eso no es fácil encontrar ubicación para este modelo sin dejar de lado una posible canibalización con sus hermanos de segmento como Agile y Sonic entre los bicuerpos, y Prisma como opción de tres volúmenes, “con baúl” como se dice habitualmente. Más allá de esto, el Onix es una atractiva opción dentro de la categoría con rivales como el Renault Sandero, el Ford Fiesta, el Citroën C3, el Fiat Palio y el Peugeot 208. El precio es de 241.000 pesos para la versión LT de entrada y de 274.000 pesos para este LTZ. Son valores altos, más allá de lo que propone el auto en términos de practicidad, diseño y conectividad, ya que se le puede reprochar la ausencia de ESP en el tope de gama o como opcional cuando algunos de sus rivales lo traen. A modo de conclusión podemos decir que su impronta descontracturada, el confort de marcha y su agilidad en el tránsito urbano, lo postulan como uno de los modelos con más onda de la familia Chevrolet. Y con esa actitud se manda directo al Lollapalooza (+ info).
A favor
· Diseño
· Habitáculo cómodo
· Equilibrio dinámico
· Selector de cambios
En contra
· Auxilio temporal
· Dirección algo pesada
· Auxilio temporal
· Detalles de terminación