04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
CLAUDIO CAPACE 9 November 2010
Se trata de la propuesta más radical de la casa ibérica: una interesante comunión entre una berlina familiar y un auténtico deportivo de 200 CV. Es caro, pero nadie ofrece lo mismo por ese dinero.
El Seat León FR presenta características particulares: no muestra las garras pero nos deja saber que las tiene y que está dispuesto a utilizarlas cuando la ocasión lo requiera. Su estética es agresiva, pero sutil.
Como todo GTI que se precie de tal, este FR posee elementos que lo distinguen del común de los mortales: tomas de aire, paragolpes modificados para la ocasión, colores exclusivos, llantas y detalles de variada índole… Aunque sería injusto no decir que estos “toques” personales están presentados con total sobriedad.
Familiar y deportivo
Por su habitabilidad y su capacidad de baúl, el Seat León FR podría ser un familiar interesante dentro del segmento de los “dos volúmenes”… pero su chasis, su caja y su motor corresponden a un vehículo de prestaciones netamente deportivas.
La trompa se muestra voluminosa si tomamos en cuenta las medidas del vehículo (largo: 4.315 mm, ancho: 1,770 mm y alto: 1.460 mm) y se combina bien con los laterales, otorgándole un cuidadoso dinamismo.
Esta berlina de potente personalidad, que comparte plataforma con los modelos Altea y Toledo, fue claramente desarrollada para sorprender, aún a riesgo de sacrificar algo de habitabilidad. La versión 2010 presenta un bótox muy sutil que no varía la esencia del modelo.
Por dentro
Al acomodarnos en el asiento del conductor inmediatamente comprobamos las bondades de la butaca, inequívocamente diseñada para un deportivo de pura cepa. La pedalera profunda, el volante de tres rayos y el selector de cambios reciben las mejores calificaciones. El resultado final es una posición de manejo intachable.
Para el resto de los pasajeros (cuatro adultos y un menor, o cuatro adultos cómodos y otro contracturado) las condiciones son aceptables para el segmento, al igual que la capacidad del baúl (340 litros).
El interior es sobrio y algo austero, bien familiero, como para resaltar la bipolaridad del modelo (a nuestra mitad “racing” le hubiera gustado que fuera apenas un poco más colorido y personalizado). El tablero, de corte netamente deportivo, está dominado por un cuentavueltas que se apoya en la parte central, mientras la computadora permite la fácil observación de los indicadores.
Los acabados son acerados y tienen sutiles apliques que imitan el metal. Las terminaciones se corresponden con la categoría y en la mayoría de los casos son más agradables a la vista que al tacto, pero tampoco podemos exigirle como a un Premium, que no lo es.
Confort & seguridad
El equipamiento de seguridad no muestra fisuras si tenemos en cuenta el precio final: seis airbags, luces de xenón y faros antinieblas, cinturones inerciales para todos, ayudas electrónicas. Para rozar la perfección nos faltarían los apoyacabezas activos.
En materia de frenado, cuando lo exigimos comprobamos que el sistema de de cuatro discos con asistencia ABS responde, se muestra seguro y consigue detenerse de 100 a 0 km/h en 38.9 metros sin perder la compostura ni desviar la trayectoria gracias a las ventajas del ESP con Driver Steering Recommendation y XDS (Control de estabilidad + diferencial autoblocante eléctrico) que le brinda máxima estabilidad.
Con lluvia copiosa, los limpiaparabrisas cumplen un correcto desempeño y las luces son poderosas y de buen alcance, pero consideramos que lámparas con tecnología de gas Xenón le vendrían bien de serie y no como opcionales.
Sensaciones de manejo
Ya destacamos las bondades de la dualidad que presenta el Seat León FR, pero la felicidad no es completa, y en el mismo momento en que ganamos la calle nos damos cuenta de dos verdades irrefutables. Verdad nº 1. Buenos Aires no es ni Madrid ni Barcelona, y mucho menos Valencia: sus pozos y cunetas tienen una marca registrada que es respetada a nivel mundial. Verdad nº 2. El FR es un auto duro en ciudad, cada bache se siente y su suspensión, sus amortiguadores y su rodado (que han sido desarrollados para otros derroteros, no los sudamericanos) se comportan de una manera que pone en jaque el confort de la conducción.
En autopista no tiene reproches y es donde se muestra fresco, natural e inquietante, allí despliega su arsenal de cualidades que seducen hasta el más cauteloso: el acelerador “pide y pide” y cuando la suela del zapato se funde con el pedal, es cuando responde de sobremanera. La espalda se pega al asiento. Pocos autos familiares entregan tantas emociones deportivas. Queda entonces la encrucijada planteada para el potencial cliente: todo lo que gana en la ruta… ¿vale la pena resignarlo en una urbe tortuosa como “La Reina del Plata”?
Motor y prestaciones
En cuestiones de consumo, cuando uno tiene una máquina que desarrolla 229 Km/h (el motor es el que ya utilizan el Audi A3 y el VW Vento, entre otros) y casi ni se inmuta, es muy difícil no dejar parte del sueldo en la estación de servicio. Sin embargo, siempre y cuando se modere la entrega de potencia (¿cómo hacerlo con una aceleración de 0 a 100 en 7,12 segundos?), el consumo es aceptable.
El FR tiene una autonomía de 588 km a una velocidad constante de 130 km/h, el gasto mixto en ciudad y ruta le permite recorrer 473 km con el tanque lleno (se extraña un depósito de nafta un poco más generoso que alargue las paradas). Desde ya les aclaramos: es imposible no llevar la aguja del cuentavueltas al sector rojo carmesí.
Valor y precio
Como todo vehículo importado, el valor de reventa es una incógnita, y en este caso más todavía, teniendo en cuenta que no tiene el respaldo de un nombre alemán o francés: la española Seat ha tenido sus vaivenes en nuestro país, un detalle que no escapa al comprador a pesar de la calidad de sus productos. Estirar la garantía hasta los 3 años o los 100.000 km. sería una inteligente estrategia por parte de la marca.
Es complicado encontrarle un rival directo para confrontar tests, El Citroën VST tira para el lado de las cupés, el Audi A3 es del segmento Premium… y el precio del Seat León FR es lógico. Mejor desplegar la oferta León en Argentina para ver cómo media en la gama:
En definitiva son poco menos de 40 mil “verdes” que se recuperan en emociones vibrantes a la hora de hundir la pierna derecha y de disfrutar el espacio y la docilidad de una berlina familiar… todo junto y al mismo tiempo.