La categoría más alta del segmento premium recibe a un renovado integrante. Es el Serie 7 de BMW que llega a su sexta generación con cambios profundos para reforzar su presencia ante sus pares germanos Mercedes-Benz Clase S y Audi A8.

Los cambios en el diseño lo ponen en sintonía con las recientes creaciones de la casa bávara, con una parrilla más estilizada, ópticas renovadas y líneas más marcadas. La técnica de construcción (EfficientLightweight) y los materiales utilizados le permiten ganar en rigidez y resistencia con un menor peso. Llega a los concesionarios de Europa en dos medidas de carrocería: la corta de 5,09 m con 3,07 m de distancia entre ejes, y la larga de 5,23 metros con una distancia entre ejes de 3,21 metros.

Las novedades también llegan a la oferta mecánica que es más variada y eficiente, según señalan desde la firma. Cuenta con dos motores nafteros (V8 4.4 de 450 CV y 3.0 de 326 CV), un diesel (3.0 de 265 caballos en opción tracción trasera y otra de tracción integral), y una versión híbrida enchufable 740e que combina un naftero 2.0 de cuatro cilindros y 258 CV, con uno eléctrico que rinde el equivalente a 95 CV.

La actualización tecnológica va desde las nuevas luces inteligentes con láser que puede variar la iluminación en rangos de 300 a 600 metros. En lo que hace al manejo se destaca el Driving Experience Control que incorpora la función Adaptative que adapta de manera automática del reglaje de la suspensión al estilo de conducción y condiciones de la ruta. Como opcional se ofrecerá un Serie 7 con dirección en las cuatro ruedas.

El listado para el confort y la seguridad es realmente extenso e incluye todo lo que se espera de un auto de semejante estirpe. Mejora los asistentes a la conducción y agrega algunos elementos que optimizan el confort de marcha y también la conectividad mediante una tablet (Touch Command) de 7 pulgadas que promete un manejo de lo más intuitivo.