Porsche presenta en Europa la renovación de la segunda generación del lujoso Cayenne, que con esta puesta al día llega al mercado con una evolución en la eficiencia. Eso es lo más importante, ya que en lo estético no muestra grandes cambios.

Básicamente retocaron la trompa que ahora tiene parrilla más grande y paragolpes remodelado con entradas de aire más generosas. El capó también es nuevo. Trae faros bixenón de serie en las versiones diesel y en las híbridas, que también tienen LED para las luces diurnas.  Atrás se modificaron las ópticas y las salidas de escape. Por dentro sólo cambia el volante (similar al del 918 Spyder) y los asientos.

Mayor eficiencia

Lo primero que declara la casa de Stuttgart es que toda la gama reduce sus cifras de consumo. Se hicieron ajustes en el sistema start-stop y se aumentó la potencia y torque en todas las versiones.

La variante S estrena un V6 biturbo de 3.6 litros que entrega 420 caballos y 56 kgm de torque, que reemplaza al 4.8 V8 de 400 CV. Porsche señala que asociado a una transmisión automática Tiptronic de ocho marchas, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5,5 segundos y su velocidad máxima es ahora de 259 km/h. Las versiones son dos: el V6 de 3 litros y 262 CV y el 4.2 V8 (Cayenne S) que entrega 385 CV y un torque de 86,7 kgm.

Sin embargo, la principal novedad está en el Cayenne S E-Hybrid, el primer híbrido enchufable en el segmento de los SUV premium, que declara un consumo promedio de 3,4 l/100 km y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos. Este modelo combina un naftero V6 de 3,0 litros y 333 CV, con uno eléctrico de 95 CV.

Además, la marca asegura que el chasis del Cayenne fue revisado para ofrecer mejor confort sin afectar la dinámica de la SUV.