04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
CLAUDIO CAPACE 20 May 2010
El primer SUV crossover de Renault, desarrollado por casi todos los miembros del grupo, busca medirse en un sector caliente del mercado: el de los 4x4 urbanos, confortables y bien equipados.
Durante mucho tiempo, Renault tuvo una deuda pendiente con los mercados que le exigían su ingreso en el segmento de los 4X4. Todas -o casi todas– las marcas estaban allí, pero la marca del rombo miraba para otro lado. Y, si bien hace un tiempo hizo un tibio intento por saldar esa deuda con la Scénic RX4, recién pudo retirarse del listado de morosos una vez que presentó en sociedad al renombrado Koleos.
No se trata de un producto típicamente francés: el Koleos fue gestado en Corea con embriones trasplantados de Samsung (marca que pertenece al consorcio). Para completar la ménage, Renault dejó a su socia estratégica Nissan a cargo de las cuestiones referidas al sistema de tracción y motor.
En definitiva, el Koleos se fabrica en Corea, con los habituales y reconocidos estándares de calidad que afaman a esa parte del globo, y lo cierto es que tener un ADN tan polifacético y reconocido augura un resultado final por lo menos promisorio. Es verdad, es una criatura que va a tener que reconocer a varios padres… pero al menos todos presentan credenciales auspiciosas.
Por dentro y por fuera
Si bien su diseño no puede ser considerado como uno de los más tradicionales dentro de los patrones Renault, tiene aroma a la marca francesa y, como si fuera poco, conserva algunos rasgos orientales. Su trompa y laterales se deslizan con líneas suaves, fluidas. Su personalísima cola y altura se destacan sin dejar pasar por alto el volumen. Si bien no es un 4X4 largo; la plataforma C lo define: comprende unos cuatro metros y medio de extensión total. Su presencia se nota, y corre por su esencia fragancia a “primer mundo”.
Sentados en la butaca del conductor, vamos realmente cómodos. Todo desde allí queda al alcance justo de la mano. Es un placer disponer de de lo necesario, cómodamente sentados, sin tener que hacer malabares para accionar dispositivos o controles; definiciones que suman al confort del viaje. Aquellos comandos que utilizamos más ocasionalmente se ubican a mayor distancia, haciendo un aprovechamiento del espacio de manera más inteligente y racional: tal es el caso del “mute”, o silenciador para los sensores de estacionamiento (atentos: si el equipo de audio está a muchos decibeles podrían pasar desapercibidos y no se imponen), la regulación de altura de luces, el reóstato del tablero y la desconexión del ESP.
El tablero tiene prestancia y, a su vez, se destaca por su simpleza, haciendo de su lectura algo práctico… un punto que nos parece sumamente a favor: si bien podría parece una obviedad, muchos modelos lo ignoran, bregando por la exclusividad. Espejos generosos facilitan la mirada para la parte posterior del vehículo, pero hay que tener en cuenta que el remate de la luneta reduce, en parte, el campo visual en este sector.
Confort interior
Su interior es sumamente confortable, indudablemente una de sus notas altas. Ha sido cuidadosamente estudiado y se vuelca en un minucioso aprovechamiento al máximo del espacio: cada rincón ha sido optimizado en pos de una mayor practicidad. Su insonorización es casi impecable, sólo dos situaciones le quitan algo de brillo: cuando exigimos el motor esperando una mejor respuesta, y cuando el viento golpetea en la barras del techo. Por lo demás, impecable.
Tanto el conductor como el acompañante podrían viajar cómodamente por kilómetros y kilómetros, dejando reposar cómodamente sus piernas en el amplio espacio del que disponen. Lo mismo podríamos decir con respecto al espacio libre en altura o hacia los laterales para la cabeza. En la parte posterior del vehículo, otra es la historia: las extremidades inferiores de los ocupantes traseros no irán tan cómodas ni relajadas, y deberán contar con la solidaridad de de los pasajeros delanteros para que no usen toda la corredera llevando su asiento hacia atrás. En el caso de que el pasaje vaya completo, y sean cinco los ocupantes del vehículo, el desafortunado que deba ir en el asiento del medio atrás sufrirá los embates de un respaldo para nada mullido.
El sistema de audio es un capítulo aparte. Brinda un sonido excelente y se disfruta por sí mismo. Posee lector de MP3, capacidad para seis discos, amplificador, siete altavoces, un sub-woofer y una toma de fuente externa como un iPod. Yendo al detalle, tildamos como faltante un sistema Bluetooth de telefonía de manos libres y la gestión de mandos por voz, dos tecnologías que incorporaríamos en las unidades de serie.
Más allá de estos detalles, las terminaciones del Koleos lo elevan de categoría y le permiten codearse bastante cerca de los impecables Premium. Se respira primer mundo en su interior y no es para menos: los materiales cuidadosamente seleccionados, de una calidad superior, convierten a su habitáculo en un ambiente distinguido y exclusivo.
En el baúl, los únicos inconvenientes que vivimos fueron la imposibilidad de deslizar los asientos traseros, que podrían brindarle mucha mayor capacidad de carga y el diseño exterior, que provoca que la caída del techo le robe un poco en altura. A favor, dos que compensan holgadamente los puntos en contra: el sistema de plegado de los asientos (“easy-break” con tecla en el marco del portón) hace que no sean necesarios movimientos bruscos; y la doble apertura del portón por mitades hace mucho más práctica y ágil su utilización.
Motor y prestaciones
En lo referido a seguridad, el Koleos cuenta con todo lo que tiene que tener para estar acorde a su precio: ABS, repartidor electrónico de frenado, Asistencia al Frenado de Urgencia y ESP (corrector de trayectoria electrónico). Posee además seis airbags y ganchos Isofix para permitir la fijación de los asientos de los más pequeños a las plazas traseras laterales. Semejante dote de seguridad le permitió obtener las codiciadas cinco estrellas de la EuroNCAP.
Pasemos a la dinámica pura: el Koleos 4x4 alcanza una velocidad máxima de 190 km/h y logra acelerar de 0 a 100 km/h en muy lógicos 9,75 segundos. Su motor se deja acariciar y muestra las mejores notas luego de pasar las 3.500 rpm. En este punto, es fundamental tener en cuenta practicar cierta mesura si no se quiere dejar la billetera en la estación de servicio. El consumo a 130 km/h es de 8,7 km. por litro de combustible, dando una autonomía de 565 km, pero en el ciclo urbano se reduce a 487 km., a razón de 7,5 km por litro.
En un plano general, el Koleos se desenvuelve con soltura y comodidad en las calles citadinas, copia bien las irregularidades y es un aparato ágil para llevar en tránsito denso. A la hora del shopping, los sensores de estacionamiento están a disposición para estacionarlo en lugares reducidos. En la ruta se siente a sus anchas y viaja cómodo y seguro, pisando bien y entregando respuestas sinceras y esperables, si bien las inclinaciones de la carrocería despeinan el jopo si nos sorprende una curva cerrada… quizá con un juego se amortiguadores más duro mejoraría en este aspecto.
Las seis velocidades comulgan muy bien con los 170 CV (mecánica similar al XTrail), el Koleos se disfruta en los largos tendidos o faldeos menos marcados. Para los de pie pesado, el ESP trabaja sin pedir permiso, como debe ser, y los frenos responden como deben, sólo hay que amigarse con el pedal y entrarle con confianza. Nos gustó mucho el tacto que ofrece el sistema de dirección.
Un 4x4 liviano
El Koleos dispone de tracción integral y la repartición del torque entre trenes delanteros y traseros se realiza automáticamente en función de las condiciones de adherencia. En condiciones normales, el movimiento es transmitido únicamente a las ruedas delanteras. En caso de pérdida de adherencia, una parte del torque es trasladado sobre el tren trasero, y en condiciones extremas, el torque está repartido 50% para cada uno de los trenes. El vehículo se encarga de echar mano a la variante precisa y el conductor se olvida de estar atento a estas cuestiones.
Siempre recaemos en la misma disyuntiva en este tipo de unidades cuando llega el momento de ver hasta dónde podemos exigirlas: no vamos a pedirle peras al olmo, pero cualquier vehículo que se precie de ser un 4X4 deberá dar algunas explicaciones al respecto. Si se le exige con ciertos recaudos, y no creemos que estamos en el medio del Camel Trophy o el Dakar, el Koleos responde. Es fundamental tener en cuenta que la zona de despeje es excelente, pero a no cebarnos con esta invitación, porque la zona inferior carece de toda protección y vamos a tener que estar atentos frente a cualquier posible amenaza.
El sistema de tracción se combina de manera altamente satisfactoria para un vehículo de estas características (no tiene reductora o baja) pero sí ayuda de arranque en pendientes y control de descensos (permite mantener automáticamente la velocidad en bajada a un máximo de 7 km/h sin necesidad de que el conductor accione el freno) que ayudan –y mucho– a una mayor optimización del control en la práctica del off road.
Segmento caliente
El Koleos se presenta en Argentina con una garantía de tres años o 100.000 km, y la gama está articulada de manera inteligente: este Dynamique que probamos con caja manual se comercializa a U$S 40.130; el mismo pero con caja automática llega a U$S 44.700… y la versión Expression, con tracción 4x2 y un equipamiento algo más contenido, se ubica en muy atractivos U$S 30.900.
Sus competidores directos son el VW Tiguan, el Altea4 Freetrack de Seat, el Mitsubishi Outlander, el RAV4 de Toyota y la exitosa CR V de Honda, sin olvidar a su primo hermano, el Nissan Xtrail. Ellos serán quienes verán posicionarse fuertemente –fundamentalmente en lo referido a potencia y equipamiento– al producto del rombo.