04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.
PABLO EPIFANIO 16 November 2013
Quadrifoglio Verde es el nombre de la versión más deportiva del MiTo, identificada con el trébol de cuatro hojas e impulsada con 170 CV. Un compacto con mucha personalidad y muy buena dinámica.
El MiTo tiene de por sí -aunque quizás muchos no lo sepan- una carga emotiva algo especial para los argentinos, y es que fue diseñado por Juan Manuel Díaz, de Rosario él, quien al participar del diseño del 8C dibujó una variante de tinte deportivo pero mucho menos cara. Y así nació este compacto, que luego de estar “cajoneado” durante un tiempo salió a la luz para obtener el visto bueno de Alfa Romeo. A nuestro mercado llegó en 2009 y esta variante deportiva lo hizo en mayo de este año.
Identificado con el trébol de cuatro hojas enmarcado en un triángulo blanco, el Quadrifoglio Verde no cambia estéticamente respecto a las otras versiones del compacto, salvo por este detalle, por las carcasas cromadas de los retrovisores y por las llantas multirayo en tono gris oscuro de 18 pulgadas en esta unidad (opcionales ya que de serie trae de 17”).
La silueta le da una apariencia muy simpática. Es un hatch de 4,06 m de largo, que luce bien plantado y con un acentuado estilo deportivo, expresando buena dosis de esa tan mentada “pasión italiana”. Las ópticas ovaladas de la trompa y las circulares de la cola, le aportan mucha frescura aunque el diseño tenga sus años ya y es por eso que acaba de recibir leve restyling en Europa.
Puertas adentro
No le sobra nada de espacio –en especial en las plazas traseros- y por irradia deportividad. Buena parte de la superficie es de cuero, principalmente la butacas sport, donde está perforado, cocido con hilos verdes y con el logo de la marca en los respaldos. La parte superior de la plancha frontal está cubierta por un símil carbono que le sienta muy bien, y el resto de la cobertura para consola y paneles de puertas es de plástico rígido, algo rugoso al tacto.
La posición de manejo está bien resuelta, aunque es alta. Si bien tiene ajuste manual en altura, los de mayor estatura terminarán con la cabeza bien cerca del techo. El volante (con doble ajuste) ofrece un grip.
El instrumental analógico, sin rebusques, ofrece buena lectura, al igual que el display para la computadora.
Atrás dos adultos viajarán bastante ajustados y no le será tarea fácil acomodar las piernas.
¿Y qué pasa con el baúl? Bueno, como es de esperar, acotado: apenas 270 litros de volumen. Allí, por debajo de la alfombra, viaja el quinto neumático, que es temporal.
Motor
La mecánica es 1.4 MultiAir de 16 válvulas, que entrega 170 caballos a 5.500 rpm, mientras que el torque se ubica en los 250 Nm a 2.500 vueltas. Es el más picante de la gama, integrada además por las versiones de 105 y 135 caballos. Bastaron unos retoques en la electrónica y ciertos ajustes en el intercooler para llegar a este caballaje y par. Lo destacable es la relación peso/potencia de 124 caballos por litro de cilindrada: 6,5 kg por CV. La caja disponible para el Quadrifoglio es manual de seis marchas, y el sistema Start&Stop (de parada y arranque automáticos del motor) apunta a disminuir el consumo. A su vez, el dispositivo DNA (utilizado también en otros modelos de la marca) modifica algunos parámetros del propulsor para que la respuesta –fundamentalmente la respuesta del acelerador- sea más apropiada al gusto o necesidad de quien maneja: Dynamic, Natural y All Weather, son los modos disponibles, es decir, deportivo, para uso normal y para suelos con escasa adherencia. En la práctica, las diferencias entre una función y otra son bastante marcadas.
Yendo a la performance –con el modo Dynamic conectado- los valores son para tener muy en cuenta, ya que consigue unos 220 km/h de máxima y alcanza el 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. El consumo está dentro los números lógicos: hace los 100 km con un promedio de 8 litros en la misma función sport.
Equipo disponible
Bien equipado de serie llega a nuestro país y saca algo de ventaja respecto a sus rivales Audi A1, Citroën DS3 y MINI Cooper. Dentro del listado de seguridad se destacan los frenos ABS con distribución electrónica de frenado y CBC (asistente de frenado en curva); 7 airbags; diferencial electrónico Q2; control de estabilidad; y faros antiniebla delanteros y traseros.
Entre los ítems destinados al confort encontramos: climatizador automático bi-zona; conectividad “Blue and Me” (con Bluetooth), y entradas auxiliar y USB; computadora; volante multifunción; espejos y levantavidrios eléctricos; y sensor de estacionamiento, entre lo más importante. El techo solar de la unidad probada es un opcional.
En acción
Si visualmente es innegable su ADN Alfa, dinámicamente no lo hace por menos. Su tamaño compacto lo hace muy práctico para el manejo en ciudad aunque, paradójicamente, es donde más vulnerable se torna al maltrato de los empedrados, y ni que hablar de baches. Al ser bajo y tener escaso perfil en los neumáticos repercute en un desempeño seco –aunque no al punto de del desencanto- y lleva a tener que ser cuidadosos en ante badenes o “lomos de burro”. La dirección trabaja de manera impecable y del muy apropiado radio de giro para maniobrar, pasa a una firmeza que transmite confianza al tomar velocidad. Puede pasar de ser de lo más amistoso en su comportamiento, a convertirse en un “pequeño demonio” cuando se imprime buena dosis de presión al acelerador. Sin dudas que el modo más divertido para manejarlo es el Dynamic, porque se muestra más decidido y responde a la menor provocación.
En nombre de la tradición
El MiTo –y más el QV- integra el plantel de autos que son elegidos más por el impulso pasional, que por un análisis más racional en el que se tienen en cuenta la funcionalidad y otros aspectos. Por eso quienes tengan la posibilidad de pagar los 37.200 dólares que cuesta -47.200 dólares esta variante con los opcionales cuero Milano, techo solar, llantas de 118 y xenón con lavafaros- no serán impedimento para llegar a adueñarse definitivamente de su butaca. Es que para una porción del público la pertenencia al linaje a la marca lombarda y el trébol que lo asocia con la elite más deportiva de la firma, son valores que no se discuten por nada del mundo.
A favor
En contra