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Test Drive Nissan Frontier Pro4X: la opción más deportiva

04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.

PABLO EPIFANIO   22 July 2013

TEST DRIVE: Mercedes-Benz A 200 Urban AT

Nuevo Clase A: cambios totales…

Por diseño, tecnología y mecánica, la nueva generación del Clase A de Mercedes-Benz propone un concepto diferente al anterior. Manejamos la versión 1.6 de 156 CV con caja automática de doble embrague.

TEST DRIVE: Mercedes-Benz A 200 Urban AT

De simpático monovolumen a compacto de diseño atractivo con una buena carga de deportividad. La transformación que experimentó el Clase A pocas veces se vio en la industria. Un salto generacional de lo más abrupto que dio como resultado un auto con otras aspiraciones y que propone otros parámetros posicionándose por encima de los mejores bicuerpo de marcas generalistas y codeándose con los premium hasta de la categoría C.  

Es el escalón previo al que ocupa el Clase B, que es la propuesta familiar de entrada de gama de Mercedes-Benz. Llega con este motor 1.6 de 156 CV para las versiones Style y Urban, y con el 2.0 de 211 caballos de la variante A250 Sport. 

Diseño 

A la primera observación se lo aprecia sólido, bien plantado. Su figura gana intensidad por la confluencia de trazos entre los que se destaca la línea que recorre las puertas ascendiendo desde adelante hacia atrás. La trompa es alargada y en el morro respeta diseño de los hermanos más grandes, con la parrilla de un solo listón y la gran estrella en el centro. Las ópticas son muy parecidas a las del Clase E, el CLS y otros. Atrás es robusto, con paragolpes elevado y luneta angosta coronada por un alerón. Es un auto interesante, que al verlo venir de lejos se delata de inmediato su pertenencia a la raza Mercedes. 

Mide 4,29 m de largo por 1,78 de ancho y 1,43 de alto. Los 2,69 metros de distancia entre ejes son –junto con el bajo coeficiente aerodinámico de 0,28- parte responsable de la buena tenida y la eficiente dinámica del Clase A.  

Interior 

Es una mezcla de elegancia con deportividad. Es lo suficientemente sobrio para respetar el linaje del que proviene y lo necesariamente descontracturado para seducir a un cliente joven, con buen poder adquisitivo. Al ingresar al habitáculo queda de manifiesto la buena calidad de los materiales y de confección, más el buen gusto para poner todo en su justa dosis. Agradable al taco y a la vista, y es bien funcional, empezando por la posición de manejo que se consigue de inmediato gracias al amplio recorrido de la butaca –muy cómoda por cierto- en altura y del doble ajuste del volante, ambos manuales. Es un aro forrado en cuero con partes perforadas que aloja las teclas para el audio, la computadora y el teléfono. El cruise control se activa desde una palanca satelital a la izquierda de la columna de dirección y la caja automática de siete marchas desde el “bigote” ubicado a la derecha. El instrumental es la parte más conservadora del interior ya que apela a las clásicas agujas para velocímetro, cuentarrevoluciones, combustible y temperatura. La información de la computadora de a bordo está concentrada en el display ubicado en el medio de los cuadrantes. En la parte central del panel hay tres salidas circulares de aire que aportan una cuota retro y por encima de éstas la pantalla de 5,8 pulgadas para audio y climatización, entre otras funciones, excepto navegación satelital. La socia de esta pantalla es la perilla colocada entre los asientos, con la que conforman el sistema Comand. 

En las plazas traseras hay espacio como para que viajen cómodamente dos adultos. Al que le toque al medio no le quedará otra que conformarse con un cojín no del todo cómodo.  

El baúl ofrece 341 litros de capacidad, una medida que queda algo ajustada si los cuatro viajan con equipajes. La insonorización es un ítem muy bien resuelto por los ingenieros de Stuttgart y por otra parte, la visibilidad trasera es demaisado reducida.

Equipamiento  

Hay ciertos faltantes que se echan de menos como el techo corredizo, el navegador –hoy presente en varios modelos de marcas generalista-, el climatizador automático y la regulación eléctrica de las butacas. Sin embargo hay bastante para remarcar entre el equipamiento que trae de serie como los mencionados control crucero y computadora, el sensor de lluvia y de estacionamiento. También cuenta con el Park Assist que ayuda al estacionar de manera automática.  

En el rubro seguridad dicen presente siete airbags, control de estabilidad, faros bixenón, ganchos Isofix, alerta por cansancio y faros antiniebla delanteros y traseros. Lo que sí nos parece un tema resolver es la falta de rueda de auxilio porque cuenta con sistema run flut –en caso de pinchadura se puede transitar unos 80 kilómetros a una velocidad máxima de hasta 80 km/h-, algo más complicado en nuestro país por el estado de las rutas en general y las distancias varias veces superiores a las de Europa.  

Impulsor 

Es conocido este 1.6 de 156 caballos que mueve a la versión probada por cars.com.ar. Pertenece a la troupe de motores BlueEFFICIENCY que cuentan con ajustes para bajar consumo y emisiones. Tiene turbocompresor y sistema de distribución variable y consigue un torque de 25,5 kgm a 1.250 vueltas, con lo que obtiene un empuje notable a bajo régimen. La conducta es muy apropiada para quienes buscan agilidad y contundencia para moverse por la ciudad o andar en ruta. La transmisión automática 7G-DCT trabaja con una eficiencia notable en el paso de una marcha a otra y por lo “fino” de sus relaciones, que permiten aprovechar a fondo este propulsor.  Las cifras de performance lo dejan bien parado: 8,2 segundos para hacer el 0 a 100 km/h y 225 km/h de velocidad máxima. En ruta consume unos 7,5litros cada 100 viajando a 130 km/h constantes y en ciudad este valor asciende a 8,8 litros.  

Comportamiento 

Una de sus virtudes sin dudas, gracias a su reglaje de suspensión que aporta firmeza al momento de darle estabilidad al chasis cuando se pisa el acelerador. Esto es lo que se puede pagar en ciudad con algunas asperezas que aparecen en los tramos desparejos. El despeje escaso –algo más elevado en esta variante Urban que en la Sport- lleva a que haya que ir muy atento para no pegar con los bajos, más que nada con la trompa. 

Se caracteriza por desplazarse con aplomo y decisión en ruta, claramente favorecido por su tamaño y peso (1395 kilos). La dirección es impecable y aporta mucha seguridad para llevarlo, variando su asistencia de acuerdo a la velocidad. 

Competitivo 

A poco de presentarse se convirtió en un modelo muy bien vendido en Europa. A la Argentina llega desde Alemania con ese aval y con precios lógicos para pelear con el Audi A3 y el BMW Serie 1, sus rivales directos. La versión de acceso es la A 200 Style manual que figura en lista a 41.500 dólares y la más cara es la A 250 Sport automática, que cuesta 61.500 dólares. Para llevar definitivamente al garaje de casa esta versión probada hay que pagar 48.900 dólares. 

 

A favor 

  • Diseño
  • Calidad general
  • Equipamiento de seguridad
  • Comportamiento dinámico
  • Motor 

En contra

  • Asperezas de suspensión en tramos urbanos
  • Visibilidad trasera
  • No trae auxilio
  • Baúl ajustado