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PABLO EPIFANIO   8 January 2013

TEST DRIVE: Hyundai Veloster GLS 1.6

Un audaz que rompió todos los moldes

Con un diseño extravagante que destaca dos puertas del lado derecho y una del izquierdo, el Hyundai Veloster irrumpe con un seductor estilo deportivo y buenos niveles de calidad y equipamiento.

TEST DRIVE: Hyundai Veloster GLS 1.6

Fue en el Salón de Detroit de 2011 cuando lo vimos por primera vez, en vivo y en directo. Ahí hizo su debut ante el público y terminó por sorprender con su revolucionaria carrocería asimétrica. Al tiempo se confirmó su llegada a la Argentina, un proceso que también significó toda una innovación en el mercado, ya que Hyundai permitió que el público decida vía Internet la configuración para su arribo a los concesionarios locales.

El derrotero concluyó y la Veloster finalmente pisó suelo argentino, y nos pusimos al volante para analizarlo en detalle y transmitirte nuestras opinionres. 

Rompió el molde 

Entendemos que no hay otro modo que comenzar sino es desde el análisis de la silueta de este modelo coreano que vino a romper con todo lo establecido. Es notable la curiosidad que despierta en la gente que ve al Veloster pasar por la calle. Gestos, comentarios y miradas, alcanzan para tener más que en claro que este modelo no pasa inadvertido. Y ni hablar cuando al eventual interlocutor se le aclara que tiene dos puertas del lado derecho y una del costado del conductor, en definitiva el rasgo más destacado del vehículo que se fabrica en Corea. Es que a simple vista puede resultar engañosa la imagen ya que la puerta trasera del lado del acompañante está perfectamente disimulada con una manija de apertura situada junto al tercer parante. Como si esto fuera poco, el color amarillo de “nuestra” unidad, que combinado con el negro que aparece en varios sectores y el techo corredizo de generosa superficie que se fusiona con la luneta, hacen un cóctel explosivo. Además es llamativa la línea dibujada en la parte inferior de la puerta o las puertas, según de lado desde el que se lo mire.  

El voladizo trasero bien corto y redondeado muestra líneas angulosas, un enorme paragolpes, los musculosos pasarruedas y una muy vistosa doble salida de escape central. La caída del techo dibuja un ángulo muy marcado en las ventanillas traseras, fija del lado izquierdo y de accionamiento eléctrico del derecho. 

Mide 4,22 metros de largo por 1,79 de ancho y apenas 1,39 de alto, mientras que la distancia entre ejes acusa 2,65 metros. Los neumáticos son de medida 215/45 R17 con llantas de aleación de 17 pulgadas. 

Por dentro

Si bien es muy difícil –casi imposible- empardar la originalidad del exterior, el habitáculo está diseñado con buen gusto, por más que esto sea una cuestión meramente subjetiva. Bien distribuido y con líneas muy definidas, mostrando un equilibrio entre lo deportivo y lo sobrio.  

Apliques símil aluminio en grandes dosis, detalles metálicos y superficies agradable al tacto, animan este interior bien terminado y correctamente insonorizado. Las butacas combinan textil con cuero y su formato anatómico contempla pétalos laterales de tamaño necesario para una efectiva contención. El volante se ajusta en altura y profundidad, por lo que es fácil conseguir una posición de manejo acorde a la estatura y al gusto de quien se ponga al mando. 

Atrás el espacio es contenido, algo lógico en un auto de esta estirpe aunque la puerta trasera ayuda a que el acceso sea mucho más fácil. Sin embargo en ese sector no es tanto el espacio para las piernas la limitante, sino la escasa altura al techo o, mejor dicho, a la luneta, que queda por encima de la cabeza.  

Nada mezquino 

Los internautas propusieron una interesante dotación que terminó por dictaminar el equipamiento finalmente definido por la marca. Es especialmente generoso desde el aspecto de seguridad, en el que incluye seis airbags (frontales, laterales y de cortina); frenos ABS con repartidor de presión; controles de tracción y estabilidad; ganchos Isofix; luces antiniebla delanteras y traseras; encendido automático de faros; y cierre automático de puerta en rodaje, entre lo más importante.  

En la columna del confort anotamos el climatizador automático; equipo de audio con CD, MP3, Bluetooth, entra auxiliar y puerto USB; levantavidrios eléctricos; computadora de a bordo; sensores de estacionamiento trasero (sonoro y visual); volante con teclas para el audio, el cruise control y el teléfono; y la pantalla color, entre otros. 

Para objetar, el neumático de auxilio temporal. 

Mecánica única 

El motor elegido es el 1.6 que entrega 130 caballos, una potencia que de antemano no promete prestaciones de un deportivo radical, pero que a poco de manejarlo convence a cualquiera por su eficiencia. El par máximo que desarrolla es de 16 kgm. Tanto la máxima potencia como el torque, se consiguen a alto régimen (6.300 y 4.850 rpm respectivamente), por lo que en la zona baja del tacómetro las respuestas son de lo más progresivas. Entonces, en lugar de un comportamiento picante hay una gradual entrega que brinda una marcha confortable. Se le acopla -en esta versión- una transmisión manual de seis marchas que por escalonamiento dosifican correctamente el caballaje y con un funcionamiento preciso y de buen tacto. Esto traducido en cifras: una velocidad máxima de 195 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos. El consumo también es civilizado con unos 7,4 litros cada 100 kilómetros viajando a 130 km/h y de 9,5 litros en ciudad. 

En acción 

Su trayectoria en ruta es de lo mejor que ofrece y más si el trazado propone un dibujo rebuscado que con exigencia pone a prueba la puesta a punto del chasis. La dirección trabaja con una precisión notable. El rolido (inclinaciones de carrocería) es casi nulo al entrar en curvas. En ciudad no se caracteriza por ser un auto duro, de esos que al pasar por un empedrado hacen sentir todo el rigor un implacable diagrama de suspensiones, por el contrario, sorprende por la suavidad en el tránsito urbano, algo que generalmente resta puntos en ruta: no es el caso de este modelo coreano. 

Su mercado 

Este Veloster con caja manual tiene un precio de 35.400 dólares, mientras que la automática sube a 36.900. Como rivales encuentra al Alfa Romeo MiTo, el Peugeot 207 GTi y el Citroën DS3. Los tres llegan a precios bastante similares entre sí y algo inferiores al del este modelo. No hay que ser un genio para entender que gran parte del capital que tiene auto es la originalidad de su silueta. Eso en determinado sector de los compradores pesa, y además refuerza su imagen con buenos estándares de calidad, equipamiento y confort de marcha. Valores que la compañía oriental viene trabajando muy bien.

 

A favor 

  • Diseño llamativo
  • Caja de cambios
  • Equipamiento de seguridad 

En contra  

  • Tamaño de plazas traseras
  • Visibilidad general