Hasta lo que parece perfecto es susceptible de una mejora y ahí es donde se presenta uno de los mayores desafíos de los ingenieros y diseñadores.

En esos trámites anduvo la gente de Ingolstadt, que puso mano al más radical de sus vehículos de serie: el R8.

Es la primera puesta al día desde su presentación en 2007 y, aunque es leve, hay detalles interesantes para remarcar que afectan tanto a la versión cupé como la descapotable Spyder. 

Lo más importante de esta renovación es la llegada a la gama de la versión V10 Plus que es la más potente de todas. Se trata de la que monta el motor de 10 cilindros en V de 5,2 litros de cilindrada y 550 caballos de potencia. Según la compañía, con esta mecánica el auto puede alcanzar los 317 km/h de velocidad máxima y conseguir el 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Además se mantiene el V8 4.2 de 430 CV con el que alcanza una velocidad de 300 km/h y consigue el 0 a 100 en 4,3 segundos.

En el rubro mecánico, los ingenieros de la marca de los anillos se esmeraron para mejorar en términos de consumo y emisiones, en espacial mediante una reducción del peso total del vehículo y del reemplazo de la caja R tronic por una transmisión S tronic de siete marchas con doble embrague.

En lo que hace a la estética, los cambios más notables aparecen con la inclusión de nuevos LED para la iluminación diurna que, por otra parte, ya queda como elemento de serie para toda la gama. También el formato de los faros varía levemente, al igual que el paragolpes y la parrilla. La versión V10 se distingue por tener las barras pintadas de negro y por determinados apliques en carbono.
Atrás hay dos salidas de escape cromadas en los extremos del paragolpes en los R8 “convencionales”, mientras que en el rabioso V10 Plus van en color negro.

Por dentro los cambios son menores. Apenas un reemplazo de materiales para las molduras, nuevos tapizados, y una pequeña reforma al instrumental como a las levas de cambio del volante. Como es tradicional ya, Audi pone a disposición diferentes paquetes de personalización tanto decorativa como de equipamiento, tal es el caso del sistema de audio Bang & Oulfsen y el asistente de estacionamiento, por citar un par de ejemplos.

Las versiones V10 llevan de serie un sistema de suspensión variable, que regula la dureza de acuerdo a las condiciones de manejo y del piso.

En nuestro mercado el R8 se vende en las versiones cupé 4.2 (430 CV) y 5.2 (525 CV), ambos con opción manual y automática, y la Spyder con motor 5.2, con las dos variantes de transmisión. Los precios van desde  los 227.000 hasta los 332.000 dólares.