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Test Drive Nissan Frontier Pro4X: la opción más deportiva

04/10/2022 - Probamos la versión tope de gama de la pick-up fabricada en Córdoba. Confort y estética renovada.

PABLO EPIFANIO   1 August 2011

TEST DRIVE: Chevrolet Celta 3 puertas LT

Una tentadora opción para la ciudad

Por ser ágil y maniobrable, el Chevrolet Celta se presenta como un citadino de ley. Luego de subirnos al cinco puertas probamos la versión de tres, que resigna equipamiento y algo de funcionalidad.

TEST DRIVE: Chevrolet Celta 3 puertas LT

Acompaña en la base de la oferta de General Motors en la Argentina a la carrocería cinco puertas, la que pudimos probar al poco tiempo de su arribo al mercado local (VER PRUEBA DE MANEJO: Chevrolet Celta 5 puertas LT). Si bien tiene características muy similares, su presencia en la gama está fundamentada en su postulación como una opción para quien no tiene familia o bien ésta es muy pequeña, o sencillamente para quien lo prefiere porque su precio es menor. Cualquiera sea el motivo de la compra, el usuario se encontrará con un buen compañero para encarar a diario los desafíos que la ciudad propone, siempre y cuando no se venga con grandes exigencias para el equipamiento.

En lo que hace a diseño no vamos a entrar en detalle puesto que nada cambia respecto al Celta de cinco puertas. La principal diferencia radica en la funcionalidad, en este caso algo penalizada por el plus de complicación que supone el ingreso a las plazas traseras, aunque las butacas delanteras se pliegan mediante un sencillo accionamiento.

Tanto el espacio como el diseño del habitáculo son exactamente iguales. Atrás bastante ajustado y con un baúl de 206 litros, chico para viajar con bolsos, pero suficiente para el uso cotidiano. Sólo hay que lidiar con la tarea de abrir el portón con la llave.

Hay algunos materiales que merecen una revisión y ciertas terminaciones que claramente podrían ser corregidas. De igual modo no desentona para nada con la media del segmento.

Equipamiento

Los levantavidrios y el cierre centralizado con mando a distancia, son elementos que no se incluyen en esta variante LT (superior a la LS) y que sí figuran en el listado del cinco puertas. Y la verdad es que cuesta acostumbrarse a no tenerlos porque en los tiempos que corren la tarea de –por ejemplo- meterle mano a la manija para bajar o subir un vidrio está pasando a la historia ya. Sin embargo tiene otros que no son tan comunes en esta categoría como el dispositivo manos libres Bluetooth o el puerto USB en el equipo de audio que, dicho sea de paso, no cuenta con reproductor de CD. Completan el equipo la dirección asistida –muy precisa por cierto-; el aire acondicionado; la alarma de faros encendidos; los asiento trasero (enterizo) abatible y el neumático de auxilio convencional.

En lo referente a seguridad es bastante pobre. A destacar: cuatro de las cinco plazas cuentan con apoyacabazeas y cinturón de tres puntos, mientras que la central trasera es abdominal y no lleva apoyacabeza. El ABS no figura ni como opcional y tampoco los airbags.

En movimiento

Es el rubro en el cual este compacto de Chevrolet saca pecho. Resulta sumamente cómodo para trasladarse por las calles de la ciudad. Por un lado la suspensión está puesta a punto con un reglaje correcto y acorde a su hábitat. Es más bien mullida para generar un andar confortable, aunque no genera inconvenientes a la estabilidad cuando se sale a la autopista. Lo que sí se nota es una marcada sensibilidad a los vientos laterales. En ciudad sólo basta con subirse y hacer un par de cuadras para sentir una sensación de robustez que es real y que permite transitar sin miedos a ser sorprendidos por rebotes desagradables o pegar con la parte baja a un badén o lomo de burro. 

La dirección es otro de los puntos altos del Celta, ya que es suave y muy precisa, además de tener un radio de giro reducido que hace fácil cualquier maniobra, en especial las de estacionamiento.

Un buen aliado

El motor 1.4 demuestra una vez más eficiencia y energía absolutamente compatibles con circuito urbano. Si bien sus 8 válvulas denotan cierta antigüedad, su desempeño está más que acorde para el propósito que persigue este modelo. Se mueve con alegría y siempre que no se lo “envuelte” demasiado su sonido no interfiere demasiado en el habitáculo. Los 92 caballos (7 más que su antecesor) le permiten desenvolverse con soltura. La caja manual de cinco marchas tiene relaciones largas y su buen funcionamiento completa un combo notable, haciendo que la elasticidad sea uno de los rasgos mas destacados.

En la ruta la aguja se ubica en la franja alta del tacómetro haciendo que parezca bastante exigido y por supuesto muy zumbador.

Yendo a las cifras que arroja la performance nos encontramos con que puede alcanzar casi los 170 km/h de velocidad máxima y que su consumo urbano es de 9,5 litros cada 100 kilómetros, mientras que en ruta no llega a los 8 litros cada 100.

Conclusión

Si bien tiene una garantía de apenas 1 año, los 48.000 pesos que hay que pagar por esta versión LT confirman que es uno de los autos más accesibles y con mejor relación precio-producto del mercado, algo que lo convierte un una opción verdaderamente tentadora para quien está por ingresar al club de los propietarios o para aquél que simplemente necesita un auto para moverse cómodamente por la ciudad.

 

A favor

  • Comportamiento urbano
  • Consumo
  • Relación precio-producto

En contra

  • Equipamiento de seguridad
  • Elementos ausentes de confort
  • Apertura del baúl con llave